MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El Gobierno palestino ha condenado este jueves la “horrible masacre” perpetrada por Israel al bombardear una escuela en el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, que se ha saldado con 18 muertos, entre ellos ocho trabajadores de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).
El Ministerio de Exteriores palestino ha condenado “firmemente” el ataque y ha afirmado que es parte de las “brutales masacres” cometidas por las tropas israelíes en el marco de su ofensiva contra la Franja de Gaza, desatada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas.
Así, ha reclamado a la comunidad internacional que “muestre el valor necesario” para “presionar a la potencia ocupante” para que “detenga su agresión, genocidio y desplazamiento contra los palestinos” y dar a esta población “protección internacional”.
Por último, ha solicitado además “la protección del personal de la UNRWA y otros trabajadores humanitarios frente a los crímenes de guerra perpetrados por las fuerzas de ocupación israelíes”, según un comunicado publicado en su cuenta en la red social X.
La UNRWA ha denunciado que el ataque ha provocado el mayor número de muertos entre su personal “en un solo incidente” y ha detallado que entre los fallecido figura el director del refugio instalado en el centro y otros miembros del equipo que prestaba asistencia a personas desplazadas que se encontraban en las instalaciones.
La agencia ha indicado que esta escuela, hogar de 12.000 personas desplazadas –principalmente mujeres y niños– “ha sido atacada cinco veces desde que comenzó la guerra”. “Nadie está a salvo en Gaza. Nadie se salva”, ha agregado, unas condenas a las que se ha sumado el secretario general de la ONU, António Guterres, que ha tildado el bombardeo de “totalmente inaceptable”.
Israel lanzó una cruenta ofensiva contra la Franja de Gaza en respuesta a los citados ataques del 7 de octubre, que se saldaron con unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados. Desde entonces, las autoridades gazatíes han registrado la muerte de más de 41.100 palestinos, a los que se suman más de 690 en Cisjordania y Jerusalén Este en acciones de las fuerzas de seguridad y ataques por parte de colonos israelíes.
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