MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha situado finalmente el Índice de Precios al Consumo (IPC) de agosto en el 2,3%, cinco décimas menos que en julio y una décima más que el 2,2% que avanzó en el indicador adelantado que publicó a finales de agosto.
El INE sí confirmó este miércoles que la inflación subyacente (que excluye energía y alimentos frescos) fue en agosto del 2,7%. La contención de la inflación en agosto fue fruto sobre todo del comportamiento de los precios en el Transporte, que bajaron un 1,3%, con 3,7 puntos de recorte sobre julio. Este descenso se debió, en su mayor parte, a la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, frente a la subida en el mismo mes de 2023.
También fue decisivo el desempeño de la inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa anual disminuyó seis décimas, hasta el 2,5%, la más baja de los últimos casi tres años, concretamente desde octubre de 2021. Este comportamiento fue debido, principalmente, a la bajada de los precios de los aceites y grasas y de las legumbres y hortalizas, frente a la subida en agosto del año anterior.
El IPC registró tasas anuales positivas en todas las comunidades autónomas en agosto. País Vasco presentó la más elevada (+2,6%) y Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Región de Murcia las más bajas (+2,0% las cuatro).
“MODERACIÓN CONTINUADA”
Fuentes del Ministerio de Economía mostraron su satisfacción por el IPC de agosto, porque afianza “una moderación continuada de los precios que permite seguir avanzando hacia el objetivo del 2% del Banco Central Europeo”.
“Especialmente significativa es la reducción de los precios de los alimentos, con la disminución de seis décimas de la tasa interanual hasta situarse en el 2,5, la menor en casi tres años. Esta reducción está permitiendo acercar la inflación de los alimentos al índice general, gracias a las medidas de apoyo adoptadas”, agregaron desde el departamento que dirige Carlos Cuerpo.
Para el Gobierno, “la reducción continuada de la inflación sigue reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro, como ponen de manifiesto los datos de crecimiento del PIB del segundo trimestre con un crecimiento de la economía española cuatro veces superior a la media de la zona euro, con una moderación de los precios. Estos factores, junto con la positiva evolución del mercado laboral, están permitiendo mejorar la capacidad de compra de los ciudadanos y la renta real de los hogares”.
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