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Albares asegura que el Gobierno trajo a España a Edmundo González únicamente por razones humanitarias

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MADRID, 09 (SERVIMEDIA)

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, afirmó este lunes que no ha habido ninguna negociación con el Gobierno de Venezuela para la acogida y asilo en España del líder opositor Edmundo González, y que el Ejecutivo español solamente se ha guiado por “motivos humanitarios”.

En una entrevista en Onda Cero, recogida por Servimedia, José Manuel Albares negó que haya habido conversaciones entre los gobiernos de España y Venezuela para el exilio del candidato opositor, Edmundo González Urrutia.

Albares rechazó las afirmaciones de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, que afirmó esta madrugada que “la falsaria no es buena consejera”, y que habría habido “amplias conversaciones y contactos” para la salida de González Urrutia.

“Los únicos contactos que ha habido han sido de tipo operativo”, subrayó el titular de Exteriores, las propias “para que aterrice en Caracas un avión de la Fuerza Aérea Española y para garantizar la seguridad del vehículo en el que se trasladaba Edmundo González con el embajador de España”.

“No ha habido ningún tipo de negociación política entre el Gobierno de España y el Gobierno de Venezuela, no ha habido ninguna contrapartida para que Edmundo González pudiera salir”, recalcó el responsable de la diplomacia española.

SIN CONTRAPARTIDAS

El ministro explicó que la única conversación que él personalmente mantuvo fue con González Urrutia para asegurarse de que lo que le trasladaban, que era que el candidato opositor quería venir a España y quería solicitar el asilo.

Además, agregó, el ministro, también le dijo “que si él quería continuar en Venezuela podía seguir en la residencia del embajador de España tanto como quisiera”. En la misma línea, enfatizó que de ninguna manera el Ejecutivo español hubiera aceptado ninguna exigencia del régimen de Maduro “ni se nos han planteado”.

“La posición de España sigue siendo la misma con el Edmundo González en Caracas o con Edmundo González en Madrid: no vamos a reconocer la supuesta victoria de Nicolás Maduro”, mientras no se entreguen las actas de los comicios celebrados el 28 de julio pasado.

Se trata, dijo, “de una línea roja absoluta para nosotros” y añadió que “lo que nos ha guiado en conceder el asilo a Edmundo González es el proteger los derechos políticos de los venezolanos, muy especialmente de sus líderes políticos, y muy especialmente la integridad física de ellos, eso es lo que nos ha guiado, motivos humanitarios”.

DESCABEZADA LA OPOSICIÓN

Sobre la situación en la que queda de nuevo la oposición venezolana, sin su principal representante, Albares admitió que “la política exterior es, en muchas ocasiones, un dilema moral en el que hay intereses contrapuestos en juego”.

El ministro dijo haber valorado los pros y contras, teniendo en cuenta “que estamos hablando de una persona de 76 años que estaba además acompañado de su mujer, que tenía una orden de arresto sobre delitos muy graves”.

“España no le va a cerrar nunca la puerta a un hermano latinoamericano que lo necesite en una situación como ésta lo hemos hecho ya con 120.000 venezolanos, lo hicimos con Leopoldo López y su familia, lo hemos hecho con Edmundo González”, recalcó.

El titular de Exteriores aseveró que “la posición del Gobierno de España sigue siendo exactamente igual que la que he venido expresando públicamente el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea”, que es reclamar las actas de las elecciones.

También dijo que “salta a la vista” que la voluntad política del pueblo venezolano no está siendo respetada: “Si no se pueden entregar todas las actas mesa por mesa y verificar por la oposición, y si el principal líder político tiene que solicitar asilo en otro país, evidentemente estamos muy lejos de que se respete esa voluntad democrática, que es lo que queremos”.

El objetivo de la política del Ejecutivo en esta cuestión, reafirmó, “es proteger a los líderes políticos venezolanos que en estos momentos tienen amenazados sus derechos fundamentales”, por un lado, y por el otro “conseguir que, de una vez por todas, triunfe, la voluntad democrática de los venezolanos que se expresó libremente el día 28 de julio”.


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