MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
Más de 10.000 jóvenes españoles dedican su verano a acompañar a los misioneros por diferentes partes del mundo, según los datos recopilados por las Obras Misioneras Pontificias (OMP) de más de 70 instituciones que organizan experiencias misioneras.
El director de OMP, José María Calderón, ensalzó las misiones por los frutos que provocan: “Esos jóvenes vuelven a su lugar de trabajo, de estudio, de ocio, con un convencimiento mucho más arraigado: ¡que Dios hace obras preciosas en ellos a través de aquellas personas a las que han ido a servir! La experiencia de la misión les enriquece enormemente como personas como ciudadanos y como cristianos. Y, por ello, hay que dar también muchas gracias a Dios”.
Uno de ellos es Lucas Ucelay, un joven de 20 años que viajó un mes y medio a Calcula: “Ha sido una experiencia que me ha cambiado el alma. En este tiempo en Calcuta me dado cuenta de que tenemos que pasar tiempo de calidad con el Señor”.
En la misma línea, Norberto Quintana y Gabriel Rodríguez, que estuvieron con la delegación de misiones de la diócesis de Canarias en Mozambique, destacaron que “la misión está siendo una aventura, una experiencia de fe”. No obstante, recalcaron que “esto no es un voluntariado, ni unas vacaciones solidarias, estamos de misión, colaborando, haciéndonos parte de esta comunidad”.
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