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El Papa advierte que es “un pecado grave” rechazar a los migrantes por todos los medios

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MADRID/ROMA, 28 (SERVIMEDIA)

El papa Francisco advirtió este miércoles de que es “un pecado grave” trabajar “para repeler por todos los medios” a las personas migrantes. En su opinión, la solución a la crisis migratoria no pasa por” leyes más restrictivas”, la “militarización de las fronteras” y los “rechazos”.

Así lo aseguró durante la habitual catequesis semanal que pronuncia en la Plaza de San Pedro del Vaticano, en la que reflexionó sobre los tipos de mar y el desierto que se interponen entre las personas migrante y sus destinos.

Según Francisco, la respuesta a la migración debe darse “ampliando rutas de acceso seguras”, “fomentando por todos los medios una gobernanza mundial de la migración basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad” y también “aunando esfuerzos para combatir el tráfico de seres humanos”.

El Papa insistió en que el Mediterráneo “se ha convertido en un cementerio” pero que esta tragedia también llega a otros lugares más desconocidos. En su alocución también se refirió a que durante la travesía se producen muchas muertes que no son “naturales”.

“A veces los llevan al desierto y los abandonan allí”, prosiguió, lamentando que “en la era de los satélites y de los drones, hay hombres, mujeres y niños migrantes que nadie debe ver: les esconden. Solo Dios los ve y escucha su clamor. Y esta es una crueldad de nuestra civilización”.

“El Señor está con nuestros migrantes en el ‘mare nostrum’, el Señor está con ellos, no con lo que les rechazan”, continuó, recordando que huyen “de la guerra, de la violencia, de la persecución y de tantas calamidades”.

Francisco también puso en valor “los esfuerzos de tantos buenos samaritanos, que hacen todo lo posible por rescatar y salvar a los migrantes heridos y abandonados en las rutas de la esperanza desesperada, en los cinco continentes” y ve en ellos a “hombres y mujeres valientes” que son “signo de una humanidad que no se deja contagiar por la malvada cultura de la indiferencia y el descarte”. “Lo que mata a los migrantes es nuestra indiferencia y esa actitud de descartar”, remarcó.


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