VALÈNCIA, 24 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de València –pertenecientes al grupo Bdslab-Itaca– ha logrado “avances significativos” en el estudio de cómo los vasos sanguíneos que se forman en el glioblastoma (GB), un tipo de cáncer cerebral muy agresivo, influyen en su comportamiento y crecimiento.
Los resultados de esta investigación, publicados en la revista científica ‘Heliyon’, destacan la identificación de un conjunto de genes asociados con una alta incidencia y su correlación con un pronóstico desfavorable.
El trabajo ha sido realizado por Víctor Montosa, María del Mar Álvarez, Javier Gil, María Gómez, Carles López, Juan Miguel García y Elies Fuster, todos ellos investigadores del grupo BDSLab, junto a Rebeca Burgos, del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe.
El glioblastoma (GB) es el tumor maligno primario más común y agresivo del cerebro: representa aproximadamente el 57% de todos los gliomas y el 48% de todos los tumores malignos del sistema nervioso central. La vascularidad del glioblastoma, es decir, la formación de nuevos vasos sanguíneos dentro del tumor juega un papel crucial en su desarrollo y progresión.
“Una mayor vascularidad permite al tumor recibir más nutrientes y oxígeno, lo que favorece su crecimiento rápido y su resistencia a tratamientos convencionales como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia”, expresa Víctor Montosa, autor principal del trabajo.
Por ello, la investigación ha identificado determinados mecanismos genéticos relacionados con la vascularidad en el glioblastoma para poder realizar tratamientos más específicos y, de este modo, mejorar el pronóstico de los pacientes.
El estudio utilizó tecnología avanzada para investigar la vascularidad en tumores cerebrales. Para ello, se emplearon parámetros de imagen por resonancia magnética, calculados con el software de análisis de glioma ONCOhabitats (https://www.oncohabitats.upv.es/), que mide el flujo sanguíneo en el cerebro.
Además, se tomaron como referencia datos de secuenciación de ARN del proyecto TCGA-GBM, una importante base de datos de investigación genética sobre glioblastomas.
“Analizamos 147 muestras de secuenciación de ARN, 15 de las cuáles también tenían información de imágenes de resonancia magnética. Esto nos permitió estudiar los perfiles genéticos relacionados con la vascularidad del tumor, identificando 21 genes, especialmente activos en tumores con alta vascularidad”, señala, por su parte, Juan Miguel García, responsable del grupo BSDLab.
En este sentido, el estudio recoge que dichos genes no solo están relacionados con una mayor formación de vasos sanguíneos en los tumores, sino también están vinculados a una peor supervivencia en los pacientes.
TASAS DE SUPERVIVENCIA
“Se han encontrado diferencias significativas en las tasas de supervivencia entre los pacientes con alta vascularidad y aquellos con moderada vascularidad”, afirma Víctor Montosa.
Por todo ello, el trabajo sugiere la necesidad de estudios de validación adicionales con tamaños de muestra más grandes y sistemas de ponderación de genes más precisos para confirmar el potencial de estos genes como biomarcadores de pronóstico en glioblastoma.
- Te recomendamos -