MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Fumar apenas uno o dos cigarrillos al día antes o en cualquier momento durante el embarazo está significativamente asociado con importantes problemas de salud en las personas recién nacidas.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por siete investigadores pertenecientes a instituciones de China, Estados Unidos o Suiza, y publicado este miércoles en la revista ‘Journal of Epidemiology & Community Health’.
Este hallazgo se suma a la evidencia que indica que las mujeres que esperan quedar embarazadas o que ya lo están deberían dejar de fumar para proteger la salud de su bebé.
Las muertes y los problemas de salud graves entre los recién nacidos han disminuido drásticamente, en gran medida debido a las mejoras en la atención de maternidad. Pero el ingreso en una unidad de cuidados intensivos neonatales no es infrecuente, a lo que se suma que cualquier déficit del desarrollo neurológico puede persistir hasta la edad adulta, según los investigadores.
Es sabido que fumar durante el embarazo está asociado con mayores riesgos de parto prematuro, bajo peso al nacer y crecimiento restringido mientras el feto está en el útero.
Pero lo que no se conoce tanto es si el momento y la intensidad del tabaquismo materno pueden afectar al recién nacido. Muchas mujeres creen que está bien fumar cigarrillos antes de la concepción o en los primeros tres meses de embarazo, o que fumar de forma leve es poco probable que sea perjudicial.
MÁS DE 12 MILLONES
Para explorar esto más a fondo, los investigadores analizaron datos de certificación de nacimiento nacionales del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de Estados Unidos entre 2016 y 2019, que incluyeron 15.379.982 nacimientos vivos registrados.
Tras excluir los partos múltiples, las mujeres que tenían presión arterial alta o diabetes antes del embarazo o no informaron sobre el tabaquismo en los tres meses anteriores y durante el embarazo, un total de 12.150.535 pares madre-hijo o hija estuvieron disponibles para los análisis de datos.
La proporción de madres que informaron fumar cigarrillos fue de un 9% antes del embarazo, un 7% en el primer trimestre, un 7% en el segundo y poco menos de un 6% en el tercer trimestre de gestación.
La intensidad del tabaquismo se clasificó como 0, 1 o 2, 3 a 5, 6 a 9, 10 a 19 y 20 o más cigarrillos diarios.
Las mujeres que fumaban tenían más factores de riesgo de problemas de salud neonatal. Tendían a ser más jóvenes, blancas no hispanas, solteras y obesas, y a tener un bajo nivel educativo, más partos previos y menos asistencias a atención prenatal.
Los principales problemas de salud neonatal fueron necesidad de ventilación asistida inmediatamente tras el parto, ventilación asistida durante más de seis horas, ingreso a la UCI para ventilación mecánica continua, terapia de reemplazo de surfactante, sospecha de sepsis y convulsiones o problemas neurológicos graves.
El riesgo de más de un problema de salud neonatal importante si la madre fumó antes del embarazo fue un 27% mayor, y entre un 31 y un 32% superior si practicó ese hábito en cualquier momento del embarazo.
Además, el riesgo de ingreso en cuidados intensivos neonatales era un 24% mayor si la madre fumaba antes del embarazo, y entre un 30% y un 32% superior si lo hacía durante el embarazo.
FUMAR LEVEMENTE
En cuanto al momento del embarazo, las mujeres que fumaron solo antes de la gestación o solo durante el primer, segundo o tercer trimestre tuvieron mayores probabilidades de que su recién nacido experimentara más de un problema de salud importante que las madres que no fumaron en ningún momento.
Tras ajustar los factores potencialmente influyentes, estas probabilidades fueron, un 12%, un 23%, un 40% y un 21% más altas, respectivamente.
Incluso fumar de manera leve (uno o dos cigarrillos al día) se asoció con un 16% mayor riesgo de sufrir problemas graves de salud neonatal y un 13% más riesgo de ingreso del bebé en cuidados intensivos.
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