NÍJAR (ALMERÍA), 24 (EUROPA PRESS)
El Pleno del Ayuntamiento de Níjar (Almería) tiene previsto aprobar el próximo viernes la admisión a trámite de la actuación extraordinaria en suelo rústico para rehabilitar como hotel de cuatro estrellas con 30 habitaciones y piscina el cortijo ‘Las Chiqueras’ frente a la Bahía de los Genoveses, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
La actuación tiene como objetivo dar un uso turístico hotelero al cortijo situado en el paraje Hacienda El Romeral después de que la Junta otorgara autorización ambiental unificada al proyecto, tras casi ocho años de tramitación, con la modificación del proyecto inicial, lo que obligó al promotor a eliminar dos nuevos edificaciones para 13 habitaciones y uno de los aparcamientos.
La Administración andaluza otorgó su autorización condicionada, por un lado, a que la empresa ‘Torres y González Díaz’ SL obtenga la autorización para el uso de agua depurada en el riego de jardines y zonas verdes; y por otro lado, a que obtenga, asimismo, la declaración de interés público del proyecto, tal y como establece la normativa ambiental que rige en este espacio protegido.
Es en este caso el Ayuntamiento el que tiene la potestad para aprobar la declaración de utilidad pública e interés social para esta actuación; un aspecto al que se han opuesto varios colectivos conservacionistas, algunos de los cuales presentaron alegaciones ante el propio Consistorio.
La oposición al proyecto llevó incluso a la plataforma ciudadana ‘Genoveses sin hotel’ a presentar a principios de este año en el registro municipal más de 261.000 firmas de ciudadanos contrarios a la apertura de esta establecimiento.
PARALIZACIÓN PEDIDA AL TSJA
Igualmente, las asociaciones Amigos del Parque y Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) recurrieron al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) la autorización ambiental y solicitaron en abril de este año a la Sala que adoptara medidas cautelares para “evitar” que la promotora continúe con la tramitación del proyecto.
En concreto, pidieron al TSJA que suspendiera el acuerdo hasta resolver sobre la legalidad o no de la autorización ambiental conforme plantean ya que, de lo contrario, la empresa podría presentar ante el Ayuntamiento de Níjar la solicitud para que se declare el proyecto de interés social y público, así como la oportuna licencia municipal.
La resolución de la Junta daba respuesta a las alegaciones que, en 2020, presentaron los colectivos ecologistas al dictamen ambiental, aunque se mantenía en el mismo pronunciamiento que dio entonces ya que considera que el proyecto turístico es “compatible” con el parque natural de Cabo de Gata y estimaba suficientes los condicionantes ambientales que se fijaban en él.
Sí admitía, no obstante, la alegación que realizó el Ayuntamiento de Níjar respecto a la titularidad de los caminos por los que se cruza o discurre la red de suministro de agua y saneamiento, por lo que obligaba al promotor a obtener, antes de la obra, las autorizaciones administrativas del propio consistorio y de la Diputación para ocupar las vías públicas afectadas por las conexiones exteriores a la red municipal.
También mantiene la Junta la obligación a la empresa de enviar un plan de trabajo sobre las actuaciones para su aprobación, “asegurando” de esta manera “la mínima afección ambiental”.
El dictamen ambiental declaraba viable la rehabilitación con uso turístico por no aumentar la superficie total construida ni suponer nuevas unidades de edificación, por no alterar ni las características topográficas no edáficas del terreno, por no afectar al paisaje, ni a hábitats o especies protegidas. Al mismo presentaron alegaciones Greenpeace, Ecologistas en Acción, Salvemos Mojácar, Grupo Ecologista Mediterráneo y Seo Birdlife.
La Junta defiende que la actuación es “compatible” con la normativa ambiental en la zona tras los cambios introducidos por el promotor en 2019 tras un dictamen parcialmente desfavorable y con respecto a posibles problemas que se puedan generar respecto a la movilidad y acceso a las playas, de uso restringido en época estival, traslada que el uso actual de la finca “ya está ligado” a la restauración y que, teniendo en cuenta lo alegado, se ha obligado al promotor a que adopte medidas para que “no interfiera” en la conservación.
Subraya la resolución, tras consulta al Ayuntamiento a raíz de la impugnación de los colectivos ecologistas, que la superficie rehabilitable “coincide con los datos catastrales” por lo que no hay aumento de superficie construida, que se pueden “demoler” las edificaciones que propone y que “no hay riesgo de que se forme un nuevo núcleo de población”.
Rechaza que el uso turístico del cortijo ‘Las Chiqueras’ altere el paisaje natural y cultural ya que “no incluye el cambio de uso” del suelo agrícola de la finca El Romeral y remarca que se “ha comprobado que las edificaciones propuestas guardan armonía con la arquitectura tradicional, garantizando su integración”.
Añade que se incluye “como parte del condicionado ambiental, la adopción de medidas por parte del promotor que garanticen la preservación de la singularidad del paisaje natural, agroambiental y cultural existente en el conjunto de la finca durante el periodo de explotación del proyecto, integrando la actividad ecoturística proyectada con los valores naturales y paisajísticos como un único sistema que incluye el carácter antrópico, ecológico y paisajístico, que se debe proteger”.
Apunta, en esta línea, que en la superficie donde se proyecta el hotel “no existen hábitats de interés comunitario ni especies por las que se declaró este espacio natural protegido como ZEC”, no afecta a especies incluidas dentro de los Catálogos y anexos de especies amenazadas de la flora y fauna ni afecta a georrecursos.
Por último, indica que la normativa ambiental del parque natural de Cabo de Gata-Níjar “no conlleva la única conservación de los valores naturales, culturales y paisajísticos” sino que, conforme a los usos compatibles con la zonificación, para este caso zonas C1, “también lo es el promover el desarrollo sostenible mediante las actuaciones centradas en la rehabilitación de edificaciones existentes, contemplando la rehabilitación de antiguas casas-cortijos como preferentes para iniciativas turísticas, como las que se pretenden con este proyecto”.
PROYECTO FINAL
El proyecto básico prevé un presupuesto de contratación de 2.014.495 euros para la remodelación y puesta en marcha de este espacio. En un principio, preveía distribuir 33 habitaciones en seis grupos de viviendas pero, con la modificación, se han reducido a 30 las habitaciones “con la misma capacidad de alojamiento” en cuatro grupos de viviendas.
El aparcamiento tendrá 2.762 metros cuadrados de superficie y una capacidad aproximada de 70 vehículos “sin pavimentación ni iluminación” y con instalación de una pérgola vegetal para “dar cobijo” a 15 vehículos.
El proyecto contempla también un gran patio ajardinado central que comunica el edificio principal con los espacios libres del complejo y con el resto de edificios, de modo que, como “elemento articular” entre la gran zona arbolada existente y los edificios destinados a zonas comunes se situará una piscina “que se caracterizará a la manera de una alberca tradicional”.
De otro lado, el Pleno también tiene previsto inadmitir a trámite el proyecto que tenía previsto reconstruir y ampliar una ruina existente en una antigua cortijada situada en el paraje Madreselva de Fernán Pérez para abrir un hotel de una estrella con casa rural después de que la Junta lo rechazara debido a su “incompatibilidad” con las normas urbanísticas.
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