MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, reconoció este lunes que se está viviendo en España “un verano muy complicado desde el punto de vista de la operativa ferroviaria” y se mostró dispuesto a comparecer en sede parlamentaria para dar explicaciones y “sacar al país de esa constante hipérbole, de esa falta de rigor con la que la derecha analiza las cosas”.
En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, Puente pidió disculpas a la ciudadanía por los problemas que se están produciendo, de los que una parte asumió que se deben a incidencias con el modelo Talgo 106.
Además, indicó que si hay problemas en Chamartín, en Madrid, el país tiene la sensación de que hay más caos del real. “En España ahora mismo estamos en una situación de absoluto cambio del ecosistema ferroviario, con un incremento de pasajeros absolutamente bestial y con unas infraestructuras en plena transformación”, relató el ministro.
En concreto, subrayó que hay dos estaciones en Madrid, Chamartín y Atocha, que “están ahora mismo al límite de su capacidad”. Así, en el año 2019, entre enero y mayo, pasaron por Chamartín 1.300.000 personas, sin obras de reforma. Este año, de enero a mayo, con las obras en marcha, han pasado 5.800.000. “Es decir, la estación no tiene capacidad para dar servicio a toda esa gente”, reconoció.
“En octubre daremos un paso adelante con la apertura de dos de los módulos que ya estamos construyendo de la nueva estación y probablemente estas escenas que estamos viendo en verano no se repetirán”, tranquilizó Puente.
En este punto, valoró que este Gobierno está haciendo inversiones en todos los niveles del transporte ferroviario “sin precedentes”, lo que se conjuga con mantener el servicio que se sigue prestando a los ciudadanos. Este es el caso de la red de cercanías, de la que anticipó que la incorporación de nuevos trenes en los próximos meses contribuirá a reducir las incidencias.
También explicó que en la última década y media las inversiones en transporte ferroviario fueron muy bajas, lo que achacó a los ajustes económicos por la crisis económica, por lo que dijo que ahora hay que “recuperar el tiempo perdido”.
En este contexto, descartó que los ciudadanos asocien estos problemas a Renfe y se pasen en masa a los operadores privados, ya que la oposición asocia estas incidencias a él mismo como ministro, ya que se considera “el enemigo a batir desde aquella fatídica tarde de septiembre en la que osé poner un espejo al señor Feijóo” cuando el líder de la oposición afrontó su debate fallido de investidura.
“A partir de ahí la derecha mediática política de este país no me lo ha perdonado. Entonces, yo soy el ministro que para los trenes. El otro día cuando se paró el 106 en el túnel, pues yo estaba de vacaciones en Alicante y poco menos que fui el responsable y tenía que haber estado allí y seguramente si hubiera estado, pues el tren no se hubiera parado”, ironizó.
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