MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Los médicos recomiendan que las frutas y verduras sean una parte fundamental del tratamiento de los pacientes con hipertensión ya que se ha descubierto que las dietas ricas en frutas y verduras reducen la presión arterial, reducen el riesgo cardiovascular y mejoran la salud renal debido a sus efectos productores de base, al contrario que ocurre con las dietas ricas en productos animales, según un nuevo estudio publicado en ‘The American Journal of Medicine’.
A pesar de los esfuerzos constantes por mejorar el tratamiento de la hipertensión y reducir sus efectos adversos con estrategias farmacológicas, la enfermedad renal crónica relacionada con la hipertensión y la mortalidad cardiovascular asociada a ella están aumentando. La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte de los pacientes con enfermedad renal crónica.
La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension, Enfoques dietéticos para detener la hipertensión), rica en frutas y verduras, reduce la presión arterial y es el tratamiento de primera línea recomendado para la hipertensión primaria. Sin embargo, esta dieta no se prescribe lo suficiente y, cuando se prescribe, no se implementa lo suficiente a pesar de los datos epidemiológicos que la respaldan.
La dieta DASH y otras dietas generalmente ricas en frutas y verduras se asocian con una presión arterial más baja, un menor riesgo y progresión de la enfermedad renal crónica, indicadores de riesgo de enfermedad cardiovascular más bajos y una menor mortalidad por enfermedad cardiovascular.
El investigador principal del estudio, el doctor Donald E. Wesson, MBA, del Departamento de Medicina Interna de la Facultad de Medicina Dell de la Universidad de Texas en Austin, afirma que “una dieta productora de ácido (una dieta rica en productos animales) es perjudicial para los riñones, y una que produce bases (una dieta rica en frutas y verduras) es saludable para los riñones. Otros investigadores demostraron que una dieta rica en frutas y verduras es saludable para el corazón”.
“Planteamos la hipótesis de que una forma en que las frutas y verduras son saludables tanto para los riñones como para el corazón es que reducen la cantidad de ácido en la dieta y, por lo tanto, la cantidad de ácido que los riñones tienen que eliminar del cuerpo”, señala.
Para comprobar esta hipótesis, se diseñó un estudio en el que se seleccionaron participantes con hipertensión, pero no diabetes, y niveles muy elevados de excreción de albúmina en orina (macroalbuminuria). Los pacientes con macroalbuminuria tienen enfermedad renal crónica, un alto riesgo de empeoramiento de su enfermedad renal con el tiempo y un alto riesgo de desarrollar posteriormente enfermedades cardiovasculares.
En un ensayo controlado aleatorio durante un período de cinco años, los investigadores dividieron la cohorte de 153 pacientes con hipertensión en tres grupos.
Los participantes del estudio agregaron de 2 a 4 tazas de frutas y verduras productoras de base además de su ingesta diaria habitual de alimentos. A los participantes del estudio se les recetaron tabletas de NaHCO 3 (bicarbonato de sodio reductor de ácido, que es el bicarbonato de sodio común) en dos dosis diarias de 4 a 5 tabletas de 650 mg.
Los resultados del estudio muestran que tanto las frutas y verduras como el NaHCO 3 mejoraron la salud renal, pero sólo las frutas y verduras, y no el NaHCO 3, redujeron la presión arterial y mejoraron los índices de riesgo de enfermedad cardiovascular.
“Es importante destacar que las frutas y verduras lograron los últimos dos beneficios con dosis más bajas de medicamentos utilizados para reducir la presión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular. Esto significa que uno puede obtener los beneficios de la salud renal con frutas y verduras o NaHCO 3, pero obtenemos la reducción de la presión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular con frutas y verduras, pero no con NaHCO 3”, explica el co-investigador Maninder Kahlon, PhD, del Departamento de Salud de la Población, Facultad de Medicina Dell – Universidad de Texas en Austin,
“Esto respalda nuestra recomendación de que las frutas y verduras deben ser el tratamiento “fundamental” para los pacientes con hipertensión, porque logramos los tres objetivos (salud renal, presión arterial más baja y riesgo de enfermedad cardiovascular reducido) con frutas y verduras, y podemos hacerlo con dosis más bajas de medicamentos”, añade.
El equipo de investigación hace hincapié en el concepto de “fundamental”, ya que muchos médicos comienzan el tratamiento de la hipertensión con medicamentos y luego añaden estrategias dietéticas si la presión arterial no está controlada adecuadamente. Los hallazgos de sus estudios respaldan lo contrario: el tratamiento debe comenzar con frutas y verduras y luego añadir medicamentos según sea necesario.
“Las intervenciones dietéticas para el tratamiento de enfermedades crónicas a menudo no se recomiendan y aún menos se llevan a cabo debido a los muchos desafíos que supone lograr que los pacientes las implementen. Sin embargo, son efectivas y, en este caso, protegen los riñones y el sistema cardiovascular. Debemos aumentar nuestros esfuerzos para incorporarlas al tratamiento de los pacientes y, en términos más generales, hacer que las dietas saludables sean más accesibles para las poblaciones con mayor riesgo de enfermedades renales y cardiovasculares”, concluyen.
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