MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
El presidente catalán en funciones, Pere Aragonès, aseguró este martes que la “soberanía fiscal” pactada entre ERC y el PSC para facilitar la investidura de Salvador Illa será “el salto adelante más importante en la soberanía de Cataluña desde la recuperación de la Generalitat después del franquismo”.
Así lo indicó Aragonès en rueda de prensa tras la reunión del Consejo Ejecutivo del Gobierno catalán, previsiblemente la “última” que preside, ya que esta misma semana Illa puede convertirse en el nuevo presidente de Cataluña. Por tanto, esta comparecencia fue el “cierre de la etapa del Gobierno republicano de la Generalitat”.
Continuando con la financiación singular para Cataluña, Aragonès puso en valor que supone que la Generalitat “recaude, liquide, gestione e inspeccione todos los impuestos” en esta región, algo que supone un “salto adelante sin precedentes”. Además, ensalzó que se establecen los “primeros pasos” para que se pueda implementar “con toda la celeridad posible”.
El acuerdo reciente vinculado a la soberanía fiscal, destacó, “asume de forma prácticamente íntegra la propuesta de financiación singular que presentamos el pasado mes de marzo con la consejera de Economía” y es “asumido por el Gobierno español” y avanzó que “habrá que vencer obstáculos”, aunque “existe la determinación política y el compromiso para conseguirlo”.
AUTODETERMINACIÓN
Pese a sacar pecho de lo conseguido en esta legislatura, recordó que “queda pendiente dar una respuesta a la razón de fondo del conflicto de soberanía con el Estado, la voluntad de Cataluña de decidir libremente su futuro político”. Añadió que su “horizonte” nacional y el de su Gobierno “no es otro que la independencia”.
Pidió que “nadie dude” de que “cada paso que hemos hecho, hacemos y haremos va orientado en esta dirección”, pese a ser consciente de que “un camino como este no es recto ni fácil”. “Reforzar las instituciones del autogobierno y sentarse de tú a tú con el Estado, con el acompañamiento internacional, son pasos que nos acercan a nuestro objetivo”, dijo.
Para conseguirlo, recordó que su Gobierno hizo una propuesta: “Construir un gran acuerdo para consensuar las bases para que Cataluña vote una propuesta inclusiva, democrática” y “viable”, que quizá “ha llegado antes de tiempo”, pero que “marca el camino y que el país acabará caminando hacia el acuerdo de claridad”.
AMNISTÍA
Aragonès expuso que trabajó “con la complicidad de muchísima gente para dejar un país mejor, más justo, más próspero, más feminista y con mayores cuotas de libertad política”, y afirmó que la legislatura que “dejamos atrás” ha sido “en la que más se ha profundizado en la negociación y el diálogo para abordar el conflicto político con el Estado”.
Este “compromiso” de su Ejecutivo, destacó, “ha permitido avanzar, dejar atrás la represión y permitir el incremento de cuotas de autogobierno y poder político en Cataluña mas relevante de los últimos 18 años”. “Indultos, eliminación del delito de sedición y la amnistía son el fruto de este proceso de negociación”, ensalzó.
La amnistía, a su juicio, es “un paso de gigante y también el reconocimiento por parte del Estado de la injusticia de su apuesta represiva”. Señaló que esta medida de gracia “tiene enemigos y son muy poderosos, la intentarán boicotear, pero también estaremos atentos para defender su plena implementación”.
En su comparecencia, subrayó que los acuerdos respecto al “pleno reconocimiento de la lengua catalana”, el traspaso de Rodalies, que está “planificado y trabajado a fondo”, la asunción de la gestión del Ingreso Mínimo Vital o los acuerdos relativos a la financiación de la investigación científica “son el fruto tangible, concreto y específico de la dinámica de negociación”.
BALANCE
Al mismo tiempo, Aragonès señaló que esta legislatura también ha sido “la de la recuperación del Estado del bienestar”, no solo de la pandemia, sino también respecto a los “recortes de la crisis económica que finalmente hemos dejado atrás”. Una legislatura en la que, prosiguió, se han tenido que superar “retos” como la sequía.
Explicó que en esta comparecencia hizo un balance “superficial” y remarcó que podría haber destacado “muchas cosas”, pero aprovechó para despedirse dando las gracias a la vicepresidenta, Laura Vilagrà, y a todos los consejeros de su Ejecutivo, quienes “lo han dado todo” y de quienes destacó que fueron “unos compañeros extraordinarios”.
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