MADRID/FRAGA (HUESCA), 5 (EUROPA PRESS)
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado ante las autoridades de consumo de las correspondientes comunidades autónomas las malas prácticas observadas en cinco festivales de música al aire libre, entre ellos el Puro Latino Fest que, entre sus diferentes emplazamientos, se celebró también en la localidad madrileña de Arganda del Rey el pasado mes de junio.
En concreto, los festivales denunciados son el FIB de Benicàssim (Castellón); el Monegros Desert Festival de Fraga (Huesca); el Puro Latino en Puerto de Santa María (Cádiz), Sevilla, Arganda (Puro Latino Fest Madrid), Torremolinos (Málaga) y Almería; el Sonórica en Castro Urdiales (Cantabria) y el Zevra Festival en Cullera (Valencia).
Denuncias que se suman, explica la OCU en un comunicado, a las ya presentadas contra otros dos festivales como el el Bilbao BBK Live y el Fortaleza Sound de Lorca (Murcia). En su conjunto, los abusos detectados podrían afectar a hasta 947.000 asistentes, según explican.
Según critica esta organización, los siete festivales “coinciden en cobrar una comisión de entre 2 y 3 euros para poder recuperar el saldo que quedara en la tarjeta cashless”, un medio de pago obligatorio, advierten, que “limita además el derecho de los asistentes a usar el efectivo”.
Es más, la OCU señala que “a veces se impone un plazo de unos pocos días para reclamar la devolución” –cinco días en el caso del FIB, sostienen–, superado el cual “se pierde el dinero y permite un enriquecimiento injusto del promotor”.
Por otro lado, se refiere al cobro de otra tasa “por salir y volver a entrar al festival” como “otra mala práctica bastante común que no responde a ningún servicio adicional”, pues “el control de aforo es inherente a la organización del evento”, apostilla.
Según OCU, podría considerarse “una retención ilegal” que “se observa en el FIB, el Fortaleza Sound, el Puro Latino, el Zevra Festival y el Monegros Desert Festival” y que “puede tener un coste de hasta 25 euros”.
PROHIBICIÓN DE ENTRAR CON ALIMENTOS Y BEBIDAS
Otra práctica “frecuente” que denuncian es la prohibición de entrar con alimentos y bebidas, que, si bien se contempla en la normativa de varias autonomías, esta organización considera “abusiva” por cuanto “la actividad principal del festival es artística y musical, no alimentaria”.
También tachan de “abusiva” el cobro por los vasos reutilizables, sin posibilidad de reembolso o “el alquiler de vasos para poder beber agua potable”, observado, aseguran, en el Fortaleza Sound. En este sentido, la Organización de Consumidores recuerda que “debe haber suficientes puntos de agua potable gratuita”, pues “lo contrario puede causar problemas de hidratación y supone un peligroso riesgo de aglomeraciones”.
Por todo ello, urge a las autoridades de consumo de las comunidades autónomas donde se han detectado estos abusos para que “determinen el carácter contrario a la normativa de protección de los consumidores, impongan las sanciones establecidas y obliguen a la empresa a devolver los cargos indebidamente cobrados”.
No obstante, sostienen que “lo ideal” sería que el Ministerio de Consumo “desarrollara una normativa homogénea sobre los derechos de los asistentes” a este tipo de eventos, estableciendo a su vez “compensaciones automáticas en caso de malas prácticas”.
Mientras tanto, OCU anima a los afectados a solicitar la hoja de reclamaciones y, si el establecimiento no dispusiera de ella, “llamar a la policía local para que se persone”. También recuerda que algunas de estas acciones, como la suspensión de un festival o los cambios de última hora en el cartel de grupos “podrían implicar, además del reembolso del dinero, una reclamación por daños y perjuicios derivados de los gastos asociados que hubiera supuesto el traslado del aficionado (por ejemplo, por el transporte y el alojamiento)”.
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