MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Cientos de manifestantes se han concentrado este domingo en el puerto de Beirut, la capital libanesa, en el cuarto aniversario de la doble explosión que mató a 235 personas en un acto en el que han acusado a los “dirigentes criminales” a los que responsabilizan de lo ocurrido.
“No podemos quedarnos callados. Si nos quedamos callados, la puerta se cerrará para siempre”, ha declarado Georges Pezekhian, padre de una de las víctimas, Jessica, según recoge el diario libanés ‘L’Orient le Jour’.
Poco antes de las 18.00 horas un hermano de una de las víctimas han leído los nombres de todos los fallecidos y se ha guardado un minuto de silencio. Después han doblado las campanas y un muecín ha llamado a la oración.
“Llevamos cuatro años luchando por que se haga justica. Nos han golpeado e incluso nos han intentado detener”, ha denunciado desde el escenario Cécile Roukoz, hermano de uno de los fallecidos, antes de enumerar a los políticos a los que atribuyen la responsabilidad de la tragedia, entre abucheos de la multitud.
Otra familiar, Mariana Fodulian, ha advertido de que no se puede reconstruir el puerto ni derruir los graneros antes de que se sepa la verdad. Así, han pedido una investigación internacional.
“Estamos aquí por cuarto año consecutivo”, ha resaltado William Nun, hermano de uno de los bomberos fallecidos, Joe Nun. Nun ha apuntado al líder de Hezbolá, Hasán Nasrala: “Solo tiene afecto para la gente del sur. Estamos con los mártires del sur de Líbano, incluso si son miembros de Hezbolá, pero ¿por qué no están con nuestros mártires?”, ha planteado entre aplausos de los asistentes.
Ha cerrado los discursos la madre de Lara Hayek, en coma desde hace cuatro años: “El corazón de mi hija late todavía, pero su cuerpo está muerto”, se ha lamentado.
Los asistentes han colocado pancartas con las imágenes de varios políticos como Ghazi Zeaiter, Nohad Machnuk o Yusef Fenianos procesados por este caso junto a la leyenda de “criminales”. Sin embargo, el proceso judicial está paralizado desde febrero de 2023 por la interferencia política y los recursos contra el juez Tarek Bitar.
La explosión se produjo cuando el fuego afectó a una gran cantidad de fertilizante de nitrato de amonio que estaba almacenado sin las medidas necesarias de seguridad en ese lugar al menos desde 2013. Además de los 235 muertos se contabilizado unos 6.500 heridos. El fuego arrasó barios enteros de la capital libanesa.
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