ESTEPONA (MÁLAGA), 4 (EUROPA PRESS)
Este domingo se celebra el Día Internacional de Concienciación de los Búhos y las instalaciones de Selwo Aventura, en Estepona (Málaga), y las de Teleférico de Benalmádena, ponen en valor sus ejemplares de buhós reales (Bubo bubo) que se encuentran al alcance de la vista de los visitantes de estos espacios en la Costa del Sol.
Según destacan desde Selwo en un comunicado, en el caso del parque esteponero, el búho real forma parte de su colección zoológica -con dos ejemplares-, y puede verse en la parte alta del zoo, donde se realizan las exhibiciones de aves. Aquí los búhos también participan y dejan su sello, como buenas aves rapaces que son.
Los dos ejemplares de Selwo Aventura son hembras, y como todas las hembras de esta especie, son un 25% más grande que el macho. “La última de ellas llegó en diciembre pasado desde Weltvogelpark Walsrode, Alemania”, explica el jefe de conservación del zoo, Eloy Serrano.
Por su parte los viajeros de Teleférico de Benalmádena tienen la opción, una vez arriba en el Monte Calamorro, de adentrarse en la instalación de la Fundación Valle de Águilas y su Centro de Cría en cautividad y educación para disfrutar de un vuelo de aves rapaces organizado por el equipo de esta Fundación, que en verano programa estas demostraciones de rapaces.
En este centro trabaja un personal que, coordinado por el adiestrador cetrero Jan Nikolaus, vela por el bienestar y la preservación de las aves rapaces. Lo hacen con un exigente programa de cría en cautividad y demostraciones educativas.
Allí conviven más de 150 aves rapaces -Nikolaus es uno de los mayores criadores de rapaces en España-, entre las que están el águila real (Aquila chrysaetos), el águila calva (Haliaeetus leucocephalus), el buitre leonado (Gyps fulvus) o el cóndor de los Andes (Vultur gryphus). Entre las aves nocturnas rapaces está, por supuesto, el búho real (Bubo bubo).
El búho es un ave que, como otras rapaces nocturnas, vuela en su estado natural, y lo hace “también de día, no solamente de noche”, explica Nikolaus. Existen tres variedades de aves nocturnas: las de ojos amarillos (más bien diurnas), las de ojos anaranjados (cazadoras, se activan en el crepúsculo o al amanecer), y las de ojos negros, totalmente nocturnas, si bien son capaces, estas últimas, de volar de día igualmente.
“El búho es un ave nocturna, se mueve de noche, pero sí que puede ver de día. Eso sí, su plumaje es suave y aterciopelado y les permite camuflarse. Es un ave sigilosa, por eso no aletea, de esta manera puede cazar”, comenta el adiestrador cetrero.
“En noche completa funcionan con el oído, localizado debajo del disco facial tan grande que tiene. Ahí está ese fino pelaje que capta las vibraciones, desde muchísima distancia, de cualquier cosa que esté en movimiento, así es como se guían, vuelan y cazan por la noche”, puntualiza Nikolaus, que además de coordinar este centro preside la Fundación Valle de las Águilas.
EL BÚHO EN CUANTO A CONSERVACIÓN
Búhos cornudos o búhos reales, en América y Europa y Asia, respectivamente, estas aves del orden de las estrigiformes -y la familia Strigidae- cuentan con más de una veintena de especies distribuidas por todo el planeta. Su canto, el característico ulular, se escucha en las grandes distancias, y es típico en las épocas de celo, puesto que es así como las aves se comunican. El búho real es de gran tamaño, posee poderosas garras y una enorme cabeza rematada por largos penachos cefálicos.
Los búhos son capaces de girar su cabeza 270 grados, y poseen un oído y vista excepcionales. Tremendamente adaptables, habitan casi todos los continentes -exceptuando la Antártida-, y lo hacen en bosques, áreas semiabiertas y roquedales, cerca de ríos y arroyos.
Su capacidad como depredadores hace que dispongan de una variedad grande de presas. Colaboran, como tantas especies, en el equilibrio ecológico y la cadena alimentaria, ayudando a controlar las poblaciones de ratones en los cultivos, por ejemplo.
Entre los factores que colocan al búho es una situación vulnerable en cuanto a su conservación están: el peligro de los tendidos eléctricos (por colisión y electrocución), la caza ilegal, la destrucción de su hábitat, los envenenamientos y la disminución de presas típicas como los conejos.
Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), hay especies de búhos que están en peligro de extinción (EN), como el Búho pescador de Blakiston (Bubo blakistoni), mientras que el Búho filipino (Bubo philippensis) estaría en estado Vulnerable (VU).
- Te recomendamos -
