El bicampeón del mundo de marcha celebra el bronce en los 20 kilómetros y confía en integrar y ampliar el medallero en el relevo mixto
PARÍS, 1 (del enviado especial de EUROPA PRESS, Gaspar Díez)
El marchador español Álvaro Martín celebró el bronce en la final de los 20 kilómetros de los Juegos Olímpicos de Paris 2024, disputada en el circuito de Trocadero, porque, según él, “es el oro que podía conseguir”, y confía en integrar y ampliar el medallero en el relevo mixto la próxima semana.
“Creo que para mí es el oro que podía conseguir. Hay que ser honesto y el ecuatoriano hoy estaba no uno sino dos pasos por delante. Y el brasileño llevaba dos tarjetas y me iba controlando porque no podía forzar”, manifestó en la zona mixta junto al podio en el que participaría en el ceremonia de flores, pues la medalla la recoge este viernes en el Stade de France.
Martín sufrió “hasta más no poder” por aguantar el podio, pues veía cómo el italiano Mario Stano amenazaba el podio que ya se lo arrebataron, con un cuarto, en Tokyo 2020. “No quería soltar la medalla tan fácilmente. Quería disfrutar el último momento, pero hasta los últimos cinco metros no me he atrevido a coger la bandera”, subrayó.
Entonces, le vinieron a la mente los recuerdos de Tokio. “En Japón pensé: ¿Y si éste es el último tren para coger la medalla? Y eso es muy duro. Pero estoy orgulloso de que le pude dar la vuelta y también por José Antonio Carrillo, con lo especial que es, y su sombrero de paja. Y espero que no haya roto todavía el sombrero”, bromeó.
Martín está exhultante y le gustaría ‘quemar’ París, invitar a la prensa a unas cervezas, pero se acostará temprano porque espera que quieran contar con él para el relevo mixto. “La última medalla olímpica de la marcha española fue en Atenas 2004. Sabemos que Tokio fue muy duro, no solo para mí, sino para la marcha en general. Sobre todo, para Marc Tur por cómo perdió ese bronce en los últimos metros”, evocó.
Detrás de este bronce, el marchador extremeño citó el trabajo del psicólogo del CAR de Madrid Pablo del Río, el mismo que de Carolina Marín, el judoca Fran Garrigós y tantos campeones nacionales. “Me dijo que nosotros no teníamos una presión, que no nos confundamos. Tenemos una responsabilidad, que era intentar hacerlo lo mejor posible. Nos hemos dejado el cuerpo y alma tanto Diego como Paul”, comentó.
El pupilo de Carrillo confía en que su bronce, y el posterior de María Pérez, alimente la moral del atletismo en el triple salto con Ana Peleteiro y Jordan Díaz, “alguna sorpresa con el 800” o de cualquier otro compañero.
“No quería conformarme, sobre todo en el kilómetro 16, que me veía bien con el bronce, pero veía a Cayo también muy superior a mí. Y ya simplemente me dije éste es el tren. A falta de 500 metros he intentado también cambiarle a Cayo, pero , él estaba un pelín por encima. Así que bueno, orgulloso del bronce”, repasó.
“ESTOS SON MIS ÚLTIMOS JUEGOS”
Respecto a la ‘gasolina’ que le queda al bronce olímpico, dijo que ahora no es “consciente de nada”, pero que los de Paris 2024 son los Juegos de su despedida. “Yo sé que en Los Ángeles 2028 no estaré, que estos eran mis últimos Juegos Olímpicos, así que también era especial para mí pues engancharme a ese tren de las medallas olímpicas”, aseguró.
Martín no puso reparos a la irregular marcha del brasileño, plata. “Intento centrarme en mí mismo y al final eso es algo que tienen que opinar los jueces. Si para ellos ha llegado meta es que iba, aunque con dos faltas, legal. Hoy lo máximo que podía aspirar era esto, el bronce”, recalcó.
Con 15 años recibió una carta para irse a entrenar al CAR de Madrid desde un pueblo de 6.000 habitantes, y luego hizo el trayecto inverso, viajó a Cieza (Murcia) donde lleva una vida monacal. “Nadie me obliga a esto. Quería plasmar aquello que he entrenado ni más ni menos, que eso no es oro sino bronce, pues bueno. Estos son mis últimos Juegos, me juego la mano, la cabeza, las dos manos. Dentro de cuatro, tendré 34 años y yo sé que soy muy competitivo y podría pelear por un diploma olímpico, pero habrá otros compañeros españoles que me ganarán y no me dejarán que pueda viajar”, aseguró.
Aunque le pongan el ejemplo de ‘Chuso’ García Bragado, el plusmarquista español con ocho Juegos, Martín indicó que es “incomparable”. “Lo verdaderamente bonito de Chuso no es que vaya a Tokio a hacer un 50, es la ilusión y la motivación. Es una leyenda a la que nadie se va a acercar”, sentenció.
Martín se marcha poco después de haberse abrazado a Carillo, las lágrimas cayéndole a la bandera de España anudada para celebrar que la vida le puso al extremeño en su camino. “El relevo es una oportunidad que no hay que desaprovechar. ¡No he llorado! Voy a ver si veo a mi familia”, señaló antes de hacer mutis a un puñado de metros de la Torre Eiffel que le acompañó en su baño de bronce.
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