MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
Organizaciones de mujeres y deportistas de todo el mundo han enviado una carta al Comité Olímpico Internacional (COI) en la que le piden que no permita que dos boxeadores trans combatan contra mujeres.
Se refieren a Imane Khelif y Lin Yu-ting, que ya fueron descalificados en el Mundial por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) al determinar, basándose en los resultados de las pruebas de determinación del sexo, que son hombres, no mujeres.
Así, deportistas como Martina Navratilova o Sharron Davies, entre otras, y las organizaciones del Consorcio Internacional del Deporte Femenino, integrado por asociaciones de diferentes países instan al presidente del COI, Thomas Bach, que “investigue con urgencia la elegibilidad de dos boxeadores para competir en las pruebas de boxeo femenino de los Juegos Olímpicos”.
En la misiva exponen al COI que no entienden por qué si la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, por sus siglas en inglés), organismo rector de su deporte, había considerado anteriormente que estos dos boxeadores no podían competir en eventos de boxeo femenino, sí pueden hacerlo en los JJOO.
“Esto parece imposible de justificar, especialmente si se realizó una evaluación de riesgos integral”, señala la misiva. La doctora Emma Hilton, una respetada bióloga del desarrollo, ha realizado investigaciones que demuestran que el puñetazo de un boxeador masculino es un 160% más potente que el de una mujer”, recuerdan.
“Por lo tanto, consideramos que esta decisión de incluir a dos hombres (Khelif y Yu-ting) en el boxeo femenino es extremadamente preocupante, tanto para la seguridad como para el bienestar de las boxeadoras, contra las que competirán estos dos hombres”, subraya la carta.
Por último piden al COI que “revoque la decisión de permitir que Imane Khelif y Lin Yu-ting compitan en las pruebas de boxeo femenino de los Juegos Olímpicos y que, en su lugar, se atengan a los criterios de elegibilidad de la IBA. Además, “instamos al COI a que restablezca la prueba de determinación del sexo con hisopo en la mejilla para todas las atletas que participen en los Juegos Olímpicos de París (y en los futuros), con el fin de garantizar la equidad, dignidad e integridad en las competiciones olímpicas femeninas”.
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