SEVILLA, 25 (EUROPA PRESS)
Un equipo de investigación de las universidades de Sevilla y Huelva ha patentado unas pastillas de soja biodegradables que liberan de manera controlada zinc, un fertilizante “necesario para el correcto crecimiento de los cultivos”. La propuesta, según la información difundida por Fundación Descubre, dependiente de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, evita el uso de mayores cantidades de las que requieren las plantas y que la lluvia o el riego lo deposite por barrido en otras zonas, contaminándolas.
Según ha recogido la Junta en una nota, los cultivos andaluces presentan “generalmente deficiencias en zinc y en hierro”, dos elementos necesarios para un “correcto desarrollo de las plantas”. De esta forma, los agricultores deben suministrar a través de fertilizantes estos nutrientes, ya que las lluvias o el riego, ocasionalmente, barren los productos aplicados y las cantidades dejan de ser las adecuadas.
Con las pastillas de residuos de soja, propuestas por los expertos en el artículo ‘Biodegradable soy protein-based tablets for the controlled release of zinc’, publicado en la revista ‘Industrial Crops and Products’, se van liberando paulatinamente las cantidades que requiere el cultivo, por lo que evita el uso excesivo de los fertilizantes.
Por otro lado, el material creado tiene una gran capacidad de absorber agua, lo que puede reducir la necesidad de riego de la planta hasta en un 50%. Según ha indicado a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Sevilla Mercedes Jiménez “el proceso permite la incorporación de 116 gramos de zinc en un kilo de producto, que puede ser liberado durante nueve o diez horas en agua”.
Asimismo, el producto permite una fertilización “más precisa y eficiente”, por lo que mejora tanto la productividad agrícola como la sostenibilidad ambiental al “reducir el uso excesivo de fertilizantes y sus impactos asociados”. Además, los expertos han logrado que el procesado de la proteína de soja sea “fácil y eficiente”, lo que lo hace “muy competitivo”. De esta manera, queda prácticamente listo para su escalado industrial y su marcha al mercado.
Cada tipo de cultivo tiene requerimientos específicos para la liberación gradual de nutrientes, que está afectada por factores como la composición del fertilizante, la forma en que está procesado y cómo reacciona con el suelo. Es importante comprender y controlar para ello la dinámica de liberación que permite ajustar el abono y que los nutrientes estén disponibles cuando las plantas los necesitan, de tal forma que optimice su absorción y crecimiento.
Los comprimidos creados logran ese control en la liberación “gracias a su composición y propiedades”. Se forman mediante la compactación de polvos proteicos por compresión y se les incluye el nutriente deseado, el zinc. La técnica consiste en aplicar presión a los residuos triturados, por lo que los granos que componen el polvo se deforman y crean una tensión superficial que los mantiene unidos.
De esta forma, logran un bloque compacto y permeable que liberará progresivamente el fertilizante, al mismo tiempo que se degrada de manera sostenible la proteína. Además, se puede recurrir a un tratamiento térmico para fortalecer sus propiedades mecánicas. La investigadora ha explicado que “este es un proceso sencillo, de bajo costo y fácilmente industrializable”, por lo que se pueden “obtener comprimidos de liberación controlada a un bajo precio”, y competir con los fertilizantes convencionales en el mercado.
Para avanzar la investigación, los expertos están fabricando nuevas pastillas para la liberación de otros nutrientes –hierro– y con otros materiales procedentes de residuos que “fomenten el ciclo económico y sostenible de la agricultura”. De esta manera, la fertilización especializada contribuye a “mejorar la productividad agrícola” al asegurar que las plantas estén bien nutridas durante todo su ciclo de crecimiento.
Esto se traduce en cultivos “más sanos, mayor rendimiento y mejor calidad de los productos agrícolas”. Además, se minimiza el riesgo de contaminación ambiental causada por el exceso de nutrientes, que pueden llegar hasta las aguas subterráneas o causar otros impactos ambientales negativos. Estos trabajos se han financiado mediante el proyecto ‘Desarrollo de materiales absorbentes innovadores y sostenibles para aplicaciones biosanitarias y hortícolas’ del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
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