Más del 85% de los españoles no considera el control de la ingesta de líquidos como el mayor reto para las personas con enfermedad renal crónica (ERC) avanzada durante el verano, según una encuesta poblacional realizada por la Alianza Boehringer Ingelheim y Lilly con el aval social de Alcer, Cardioalianza y FEDE.
La ERC es una afección que indica que los riñones están dañados y no funcionan al ritmo adecuado, lo que impide que mantengan la salud del organismo. En España, afecta a 1 de cada 7 adultos, reflejando una prevalencia del 15%, y es más frecuente en hombres, personas mayores y aquellas con enfermedades cardiovasculares.
Más de un 86% de los encuestados no considera la dificultad de mantener una dieta baja en sal y potasio como uno de los principales desafíos durante las vacaciones y solo el 20% de los encuestados considera que mantenerse fresco y evitar el sobrecalentamiento es el mayor desafío para las personas con ERC durante el verano.
Además, alrededor del 17% de las personas de 25 a 34 años y aproximadamente el 15% de las de 55 a 65 años cree que para las personas con ERC el reto más difícil es mantener estas restricciones dietéticas durante la época estival. Durante las vacaciones, se aumentan las comidas fuera de casa, lo que complica el control de la dieta. La oferta de alimentos en restaurantes y eventos sociales a menudo no se ajusta a las restricciones necesarias lo que puede llevar a desajustes en su control nutricional, destaca la encuesta.
Más de 1 de cada 5 españoles cree que lo más complicado de manejar para las personas con esta patología en verano es asegurarse de tener acceso a servicios de salud. Durante este periodo, los pacientes podrían no contar con su especialista médico habitual. Sin esta atención de calidad, los pacientes pueden enfrentar dificultades para acceder a sus tratamientos regulares, como diálisis y la monitorización continua que su condición requiere. Además, la familiaridad y el conocimiento detallado que su médico habitual tiene sobre su historial médico y sus necesidades específicas son cruciales para un manejo adecuado de la ERC.
Para enfrentar estos desafíos, se recomienda que los pacientes con ERC mantengan una hidratación adecuada bebiendo agua en pequeñas cantidades a lo largo del día bajo la supervisión de su médico para evitar la sobrecarga de líquidos. Es esencial controlar regularmente los niveles de electrolitos y seguir las recomendaciones dietéticas del especialista para mantener el equilibrio necesario.
“El mayor peligro es la deshidratación, especialmente en olas de calor. En este sentido, hay que tener especial precaución en pacientes de edad avanzada, que pierden el sentido de la sed y son más susceptibles a este riesgo, por lo que es importante que sus familiares y cuidadores sean conocedores de esta condición y estén pendientes de la adecuada ingesta de líquidos y una adecuada hidratación del paciente. La hipotensión y la hipotensión ortostática (“mareo al levantarse del sofá o de la cama”) pueden empeorar la función renal al llegar menos sangre a los riñones“, afirmó la doctora Noemí Pérez de León, médico de familia y coordinadora del grupo de trabajo de NefroUrología de Semergen.
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