GRANADA, 25 (EUROPA PRESS)
La investigación policial en torno a la muerte violenta de la mujer de 51 años cuyo cadáver fue localizado el jueves de la semana pasada en una caravana en un cortijo de Motril (Granada) continúa sin que exista “un indicio claro” de cómo pudo producirse.
Su pareja sentimental pasará este jueves a disposición judicial después de que fuera detenido, no como presunto responsable del homicidio, sino por un posible delito de violencia de género cometido en el pasado contra la víctima, según ha recordado en declaraciones a los medios el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.
Así las cosas, “todas las líneas de investigación siguen abiertas” para tratar de esclarecer cómo se produjo la muerte de la mujer, cuyo cuerpo presentaba “contusiones y signos de una muerte violenta”. Los investigadores siguen recabando estos días datos de la autopsia y de las inspecciones oculares, así como pruebas periciales y testificales.
Pedro Fernández ha insistido en que se trata de una investigación “complicada” en tanto que “no hay un indicio claro de cómo ha podido producirse” el presunto homicidio y por ello “requiere y exige de la máxima discreción”, ha dicho, abogando por “dejar trabajar” a la Policía “en la confianza de que finalmente se pueda descubrir qué es lo que ha ocurrido y detener” al presunto autor, en caso de confirmarse el crimen.
La detención de la pareja sentimental de la víctima se produjo después de que la Asociación La Volaera –que había atendido en varias ocasiones a la mujer, natural de Madrid– entregara el lunes a la Policía Nacional una serie de audios y mensajes de Whatsapp en los que, según este colectivo, se retrata la “situación crónica de maltrato” que padecía, según detalló a Europa Press la presidenta, María Martín.
En un primer momento, tras el hallazgo del cadáver, la Policía le tomó declaración pero “se descartó” su vinculación con la muerte pues tenía “una coartada” y no existe hasta el momento ningún nuevo indicio derivado de la autopsia o de las pruebas forenses practicadas que lleve a los investigadores a pensar lo contrario.
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