SEVILLA, 23 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento este martes del Plan Estratégico Andaluz para el Abordaje de las Hepatitis Víricas 2024-2030 (Peahep), un plan de acción operativo para mejorar la gestión de las hepatitis virales en Andalucía, donde el año pasado se registraron 621 nuevos casos. El plan es también una nueva iniciativa de la Consejería de Salud y Consumo para “impulsar la concienciación y estimular las políticas activas en la gestión de estas hepatitis y su tratamiento, con el objetivo último de eliminar las hepatitis virales en Andalucía”. Es, en palabras de la Junta recogidas en una nota de prensa, un plan “pionero” en España, ya que será “el primero y el único” en el que se engloban todas las hepatitis víricas en una misma estrategia.
Estas infecciones causan aproximadamente 3.500 muertes diarias y “la mortalidad está en aumento”. Sólo el año pasado en Andalucía se notificaron 621 casos de hepatitis virales: 72 de hepatitis A; 79 de hepatitis B; 393 de hepatitis C y 77 de otras hepatitis víricas. Del total de contagios, 443 se dieron en hombres, lo que supone un 71,3% del total, y 178 en mujeres, que representa el 28,66%. Por edades, el mayor número de contagios se produce en el grupo etario de 45 a 65 años para todos los tipos de hepatitis virales entre los hombres, con 251 casos (56,65% del total de casos en hombres); mientras que en las mujeres varía según el tipo, así el contagio de hepatitis A se registró en mayor medida entre los menores de 14 años (con once casos en total) y el resto se concentró también en el grupo de 45 a 65 años (6 de hepatitis B, 54 de C y 17 del resto).
De este modo, se calcula que la incidencia de la hepatitis A en Andalucía es de 8,4 por cada 100.000 habitantes; de la hepatitis B es de 9,2 por 100.000 habitantes; la tasa de la hepatitis C es de 45,8 por 100.000 habitantes y la del resto de hepatitis virales es de 9 por cada 100.000 habitantes. Por provincias, en Almería se han registrado 110 casos (26 de A, 17 de B, 66 de C y una del resto); en Cádiz se produjeron 100 nuevas infecciones (ocho de A, tres de B, 54 de C y 35 del resto de hepatitis virales); en Córdoba, el cómputo total asciende a 38 (cuatro de A, seis de B, 17 de C y nueve de otras); en Granada se notificaron 68 casos de hepatitis virales (dos de A, cuatro de B, 59 de C y cinco de las restantes); en Huelva contrajeron hepatitis 22 personas (una de A, dos de B y 19 de C); en Jaén el registro ha contabilizado 40 casos en total (tres de A, 31 de C y 6 del resto); en Málaga la suma asciende a 131 casos (14 de A, 28 de B, 79 de C y diez del resto); y en Sevilla se notificaron 112 casos de hepatitis virales en total (14 de A, 19 de B, 68 de C y once del resto).
El Peahep surge pues como “respuesta a la alta prevalencia y carga de enfermedad”, aunque se estima que “una parte significativa” de la población de Andalucía “desconoce su infección”, lo que “contribuye a la transmisión continua y a la progresión de la enfermedad hacia estadios más graves”. Estas infecciones pueden llevar a complicaciones crónicas que aumentan la morbilidad y mortalidad en la región. Asimismo, la introducción de nuevos tratamientos y estrategias de prevención ha mejorado significativamente el manejo de las hepatitis virales. Los Antivirales de Acción Directa (AAD) para la hepatitis C, las vacunas para la hepatitis A y B, y las estrategias de prevención para la hepatitis E y D, han demostrado ser “altamente efectivos”.
La tercera línea se centra en la protección de los consumidores, en concreto, pretende reducir el impacto en la salud de alimentos contaminados con hepatitis A; reducir el riesgo de transmisión del virus de la hepatitis E por alimentos e implementar un sistema de información para mejorar la vigilancia de hepatitis A y E. La cuarta línea se basa en facilitar el acceso al tratamiento antiviral y el seguimiento a las personas diagnosticadas con VHC, VHB y, en su caso, VHD, tanto a la población general como a grupos vulnerables con escasa adherencia a la consulta especializada. Para lograrlo, se van a implementar de forma progresiva el diagnóstico en un solo paso para hepatitis C, con desarrollo en curso para hepatitis B y D, lo que facilitará y acelerará el proceso de diagnóstico y tratamiento de los pacientes.
La quinta línea se marca como objetivos conocer la situación epidemiológica de las hepatitis víricas en Andalucía; reforzar los mecanismos de vigilancia epidemiológica para mejorar la detección de casos de hepatitis víricas y adoptar medidas preventivas y de control. Por último, las dos líneas transversales se refieren a la formación con el objetivo de promover el conocimiento y la concienciación sobre el manejo de las hepatitis víricas entre los profesionales sanitarios y elaborar un plan de formación para que los profesionales adquieran las competencias necesarias en su gestión.
Por último, se “impulsará la I+D+i en la evaluación de intervenciones y la búsqueda de innovaciones para abordar los problemas actuales de hepatitis víricas en Andalucía, a través de redes de investigación colaborativas y grupos de trabajo para la colaboración entre distintos ámbitos profesionales que permitirán un enfoque integral y coordinado; establecer convenios de colaboración con universidades, ayuntamientos, servicios sociales, ONG y administración sanitaria e impulsar proyectos de investigación que permitan obtener evidencias sólidas de los resultados en salud de las diferentes acciones de atención a las personas afectadas por hepatitis víricas, actualmente en curso en Andalucía y proyectadas para la ejecución tras la aprobación del plan.
El Plan Estratégico Andaluz para el abordaje de las hepatitis víricas 2024-2030 se estructura en cinco líneas estratégicas específicas y dos transversales. La primera se centra en la promoción de la salud con el objetivo de potenciar las capacidades de la población para mejorar su salud y adoptar hábitos saludables mediante la educación sanitaria. La segunda línea, dedicada a la prevención y diagnóstico, propone fortalecer la inmunidad de la población con mayor riesgo frente a la VHA, mejorar la educación preventiva en grupos de riesgo y población en situación de vulnerabilidad y promover el diagnóstico precoz de los casos y sus contactos para cortar las cadenas de transmisión, además de alcanzar la inmunización frente a la hepatitis B del 100% de la población nacida en 1994 y cohortes posteriores y población de riesgo entre 31 y 70 años.
De este modo, se fomentará la vacunación VHA de hijos de madres procedentes de países de alta y media endemicidad nacidos en Andalucía; se potenciará la vacunación VHB en pacientes que pertenecen a colectivos vulnerables y población de riesgo y se diseñarán circuitos de implementación que permitan el diagnóstico reflejo de las hepatitis virales, en todos los laboratorios de los centros del sistema sanitario público
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