MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
Los equipos informáticos se deterioran con el paso del tiempo, y eso hace que, en muchas ocasiones, se descarten para comprar nuevos modelos. Es una práctica muy habitual, pero que a veces hace que los consumidores abandonen equipos con muy buenas prestaciones que podrían tener una segunda vida si se reparasen y se preparasen.
Muchas empresas apuestan por hacer dichas reparaciones, dando forma a enormes catálogos donde es posible encontrar desde componentes para portátiles (baterías, cargadores, recambios de teclados, etc..) hasta los más baratos ordenadores portátiles con un hardware y prestaciones realmente sorprendentes. Para muchos, esta es la vía perfecta a la hora de hacerse con la tecnología más moderna. Pero lo que ignora gran parte de la población es que el mercado de los reacondicionados es también uno de los más ecológicos y beneficiosos que hay para el planeta.
De esta forma, son muchas las empresas que están buscando cómo cambiar sus procesos y qué tecnologías adoptar para abrazar una filosofía mucho más verde y sostenible. Algunas han encontrado la solución en el mercado de los reacondicionados por dos sencillas razones. En primer lugar, les supone un gran abaratamiento de costes. Y es que, dado que no se trata de equipos nuevos, sino usados y que han tenido que pasar por alguna que otra reparación o modificación, sus precios suelen ser mucho más bajos que los productos en novedad, lo que permite a los negocios disfrutar de herramientas avanzads y potentes por menos dinero.
En segundo lugar, porque comprar productos reacondicionados supone reaprovechar productos que, en otras circunstancias, se convertirían en basura. Dispositivos que se mantienen en circulación y que viven una segunda vida, lo que a su vez provoca que se generen menos residuos y que se contamine menos, dado que se alarga la vida útil de los aparatos además a cambio de un coste mínimo.
Implantar soluciones que favorezcan al medio ambiente es algo cada vez más importante ya no solo para las empresas, sino también para los consumidores. De hecho, las compañías que abrazan estas políticas e implementan este tipo de medidas, además de ayudar al planeta, logran calar mucho más entre el público. La población ve cómo las marcas hacen por cuidar del entorno, y eso mejora la imagen de estas, lo que a su vez eleva la fidelización de clientes y aumenta su alcance para captar a nuevos consumidores.
Es una medida muy sencilla, pero que beneficia a todas las partes implicadas. No en vano, ha conseguido que haya incluso tiendas que se dedican principalmente a la venta de reacondicionados, generando un nuevo tipo de mercado mucho más ecológico y económico que facilita el acceso a todo tipo de clientes. Y es que no solo las compañías se pueden beneficiar de los precios de los reacondicionados, sino también los ciudadanos de a pie, contribuyendo todos a una recirculación de productos que protege al medio ambiente y, también, a sus carteras.
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