BURGOS, 17 (EUROPA PRESS)
La Reina Sofía ha presidido el concierto central del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca, que se ha celebrado en los propios Yacimientos. Un evento en el que la Joven Orquesta de Castilla y León ha interpretado piezas musicales que unen la historia con la actualidad.
Han asistido 260 personas en representación de diferentes instituciones burgalesas y castellanas y leonesas; un acto que en el que han ejercido de anfitriones el presidente de la Fundación, Antonio Miguel Méndez Pozo, y el vicepresidente, Juan Luis Arsuaga.
El concierto ha buscado fusionar la música, la evolución, la historia y el patrimonio. Y lo ha conseguido porque el lugar ha envuelto en magia y sonido a los intérpretes y al público.
La Reina Sofía es la Presidenta de Honor del patronato de la Fundación y como tal ha ejercido. Doña Sofía es una de las más fervientes seguidoras de los hallazgos que han tenido lugar en la Sierra de Atapuerca.
La emérita es una gran embajadora, no sólo de la Fundación, sino de todo el trabajo llevado a cabo por los investigadores, en especial de los tres ex codirectores, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell.
La vinculación de la Reina emérita con la Fundación Atapuerca viene desde el año 2009, cuando la madre del Rey don Felipe VI, inauguró la sede de la Fundación en Ibeas de Juarros. Desde entonces, y mucho antes, doña Sofía ha sido una asidua visitante de los Yacimientos para conocer los avances y descubrimientos que el equipo de trabajo ha realizado cada año.
El apoyo de la monarca al proyecto de Atapuerca ha sido constante. En 2010, inauguró el Museo de la Evolución Humana, en Burgos, y en 2014, conoció todos los avatares de las investigaciones cuando presidió el Congreso Internacional de Prehistoria.
La Joven Orquesta de Castilla y León, proyecto vinculado a la prestigiosa Orquesta Sinfónica de Castilla y León, ha sido la encargada de poner música a esta velada tan especial. Las piezas que ha interpretado han sido la segunda pieza de la Sinfonía número 2 de Re Mayor, opus 73 de Johannes Brahms, una obra del romanticismo que transmite la grandeza y la belleza de la naturaleza.
Y la segunda, la mítica ‘Así habló Zaratustra’, de Richard Strauss, una composición que transporta al público al origen de la humanidad y a la búsqueda del conocimiento. Finalmente, no se pudo interpretar ‘El violón rojo’ de John Corigliano, por la ausencia de una de las músicos necesarias para su interpretación.
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