Carlos Sánchez dice que la interlocutora era Ana María Pérez y recuerda un mercado con mucho “engaño” donde se pagaba por adelantado
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 15 (EUROPA PRESS)
El CEO de ACJ, principal proveedor de material sanitario del Servicio Canario de Salud (SCS), Carlos Sánchez, ha destacado este lunes que todo el material sanitario contratado con Canarias durante la pandemia “llegó en tiempo y forma” y acorde a la calidad contratada en unos momentos en los que “China era una guerra”.
En una comparecencia ante la comisión de investigación del Parlamento de Canarias ha señalado que durante la pandemia su compañía suscribió contratos por más de 17 millones con el SCS, de los que 13,4 millones fueron por vía de urgencia.
Ha relatado que para el primer envío se adelantó un pago de casi 4,5 millones y posteriormente, ya era la empresa la que asumía directamente el “riesgo” de la operación, con precios que variaban “al minuto” y material que no se exportaba si no estaba garantizado el avión de antemano.
Sánchez ha apuntado que su empresa tiene casi 40 años de experiencia en el mercado de productos sanitarios, con presencia en Canarias, Senegal, Mauritania y Barcelona, y una facturación comercial de unos 8 millones antes de la pandemia, que subió después a 32 millones y se estabilizó en algo más de 15 millones.
Ha señalado que su empresa trabaja con el mercado chino desde 2009 y que se volcaron “en cuerpo y alma” por ayudar en la pandemia, comprometiéndose a traer los productos contratados y siempre con “el mismo” margen comercial.
“No queríamos aprovecharnos de la situación”, ha comentado, sin ocultar que era un momento en el que el material “llegaba a cuentagotas” y “era muy duro” comprobar que los profesionales no tenían mascarillas.
A modo de anécdota ha revelado que las primeras mascarillas las trajeron de Mauritania y las donaron al SCS.
Ha indicado que les contactaban “de todos lados” para conseguir material y en el caso concreto de Canarias, el enlace era Ana María Pérez, exdirectora de Recursos Económicos del Servicio Canario de Salud (SCS), más algún contacto puntual con el viceconsejero de Presidencia, Antonio Olivera –para organizar el viaje de material– y el director del SCS, Conrado Domínguez, pero ya en una segunda fase.
Ha apuntado que también que “todo se pagaba por adelantado” y había “muchísimas dificultades”.
“No habíamos vivido una situación igual, hubo muchos imprevistos”, ha agregado, ya que se trataba de un “mercado volátil” en el que había mucho “engaño”, con muchas empresas que “querían vender y desaparecer”.
LAS OPERACIONES COMERCIALES ERAN DE MUCHO “RIESGO”
De hecho, ha señalado que advirtieron al Gobierno canario de que había mucho “riesgo” en las operaciones comerciales, hasta el punto de que si llegaba primero a la Península podría perderse.
Sobre la participación de empresas en la compra de material sanitario que no se dedican a ese mercado, caso de RR7 United y Soluciones de Gestión, ha apuntado que “no es frecuente” pero había una “crisis” y entiende que a los rectores de la sanidad canaria les ofrecerían la mascarillas.
“Era un momento de tanta incertidumbre que si alguien cumplía te apoyabas, era un tema de confianza”, ha señalado.
Ha afirmado también que su empresa no tuvo que “adaptar contratos” a los suministros y aunque el precio “fluctuaba”, siempre mantenían los mismos márgenes comerciales.
Sobre un contrato que está balo la lupa de la Fiscalía por importe de 795.000 euros para adquirir 50.000 test PCR, ha comentado que “falta información” y no es cierta, aparte de que venían de Europa y no de China, y que no han recibido ninguna notificación judicial por parte de la Fiscalía o algún juzgado.
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