El viajero, que llevaba también 10.900 euros sin declarar, manifestó que la había cazado él mismo en la selva amazónica
BILBAO, 12 (EUROPA PRESS)
Efectivos de la Guardia Civil de la Sección Fiscal y de Fronteras del aeropuerto de Bilbao, junto a funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han intervenido el pasado mes de junio una chaqueta de piel de la especie protegida Anaconda Gigante que vestía un pasajero en la sala de llegadas del aeródromo vizcaíno. El viajero llevaba, además, 10.900 euros sin declarar.
Según han explicado desde la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, los investigadores de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera realizan diariamente, entre otras actuaciones, inspecciones de pasajeros y equipajes según criterios preventivos de riesgo en el aeropuerto de Bilbao.
Dentro de estas labores, los agentes realizaron la revisión e inspección del equipaje que portaba un viajero procedente de Perú vía París y observaron que transportaba 10.900 euros en metálico, así como que vestía una chaqueta aparentemente de piel de serpiente.
CAZADA POR ÉL
Al preguntarle si poseía la declaración de movimientos de medios de pago (E1) del dinero y por el tipo de material de la prenda que vestía, refirió que no tenía la declaración obligatoria y que la cazadora era de piel de Anaconda Gigante, que él mismo había cazado con arpón en la selva amazónica.
La respuesta del pasajero y “la sospecha del intento de eludir el control aduanero” alertaron a los investigadores, por lo que se realizaron consulta al Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones, que les confirmó que se trataba de “un espécimen protegido perteneciente a la familia de Eunectes Murinus según Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres”.
Por ello, se procedió a su intervención. El pasajero fue investigado por un presunto delito contra la flora y fauna y también le fue intervenido el capital que portaba en metálico. Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Guardia de Bilbao.
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