MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El Gobierno teme que el PP no apoye la reforma de la Ley de Extranjería y planea ganar tiempo en las negociaciones con Junts y ERC durante el trámite de enmiendas.
La ruptura de los Gobiernos autonómicos entre PP y Vox ha trastocado las negociaciones con el Ejecutivo sobre el reparto de menores migrantes no acompañados y la reforma de la Ley de Extranjería.
Una parte del Gobierno insiste en que los ‘populares’ todavía mantienen los acuerdos con la formación de Santiago Abascal en distintos Ayuntamientos y Diputaciones, por lo que temen que el PP se “atrinchere” y “no ceda” respecto a las negociaciones sobre esta norma.
Cabe recordar que tras el ‘no’ de Junts, el Gobierno depende del voto del PP si quiere sacar esta reforma adelante.
Fuentes gubernamentales destacaron que el Ejecutivo había “tirado la toalla” con Junts, tras pedirles a cambio el traspaso para Cataluña de las competencias sobre migración. Una cuestión “imposible”, según calificó el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, este martes tras la reunión del Consejo de Ministros.
Sin embargo y ante la desconfianza de no sacar el voto favorable del PP, fuentes gubernamentales señalan que “todavía hay tiempo” para retomar los contactos con los independentistas.
Desde el Ejecutivo planean apurar los plazos de negociación hasta la misma tramitación de las enmiendas que ambas formaciones planteen.
Por su parte, el grupo de Carles Puigdemont en el Congreso se encuentra elaborando una enmienda para que, a través de una disposición adicional, Cataluña abandone el principio de solidaridad interterritorial por el cual tiene que acoger a menores migrantes de manera obligatoria. Una propuesta que no entran a valorar desde el Ejecutivo, por el momento, ya que no está presentada en el registro de la Cámara Baja.
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