MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
Expertas en Nutrición y Seguridad Alimentaria de la Universidad CEU San Pablo de Madrid han aportado algunas claves sobre cómo alimentarse en época estival, con recomendaciones y medidas para evitar la deshidratación y la contaminación alimenticia. Entre otras propuestas, presentan un decálogo para comer correctamente en verano.
La directora del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad CEU San Pablo, María Achón, explicó que además de agua, la estación estival ofrece un surtido de frutas, verduras y hortalizas, con elevado contenido en agua y aporte clave de vitaminas, minerales, fibra y valor de saciedad. “Los primeros platos a base de ensaladas, con tomates en sus múltiples variedades, pepinos, pimientos, ayudan a mantener un adecuado estado de hidratación, como las sopas frías tipo gazpachos y salmorejos. Las ensaladas frías de legumbres, arroz o pasta con verduras y hortalizas son otra opción imprescindible”.
“El melón, con su pulpa jugosa y dulce, o la sandía, ambas deliciosas y definitivamente refrescantes. Nectarinas, ciruelas, melocotones y todas las frutas de temporada, son igualmente muy apropiadas”, subrayó Achón. Asimismo, recordó que “se pueden llevar cortadas si se lleva la comida de casa al trabajo, a la playa o la montaña; pueden servir como meriendas y tentempiés matutinos o vespertinos; y, con ellas, se pueden preparar helados y batidos de postre”.
Para completar con proteínas de alto valor biológico, la profesora de la CEU USP apuntó que “los pescados como el atún, las anchoas o las sardinas son excelentes opciones en verano y fuente de ácidos grasos omega-3. Su textura ligera los hace adecuados para los días calurosos, sin olvidar huevos y carnes magras”.
Finalmente, Achón propuso combinar una dieta saludable con actividad física regular: “En la piscina, la playa, el parque o el gimnasio, el ejercicio es esencial para un estado óptimo de salud”.
ENFERMEDADES ALIMENTARIAS
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año enferman en el mundo alrededor de 600 millones de personas (casi 1 de cada 10 habitantes) por consumir alimentos no inocuos, y mueren alrededor de 420 mil personas por esta misma causa. Las enfermedades de transmisión alimentaria pueden ocurrir en cualquier época del año, si bien los meses de verano suponen una época especialmente sensible, al verse favorecido el desarrollo de los microorganismos en los alimentos debido a las altas temperaturas y a una mayor probabilidad de la ruptura de la cadena de frío.
Por otro lado, la época estival invita a salir más al aire libre, comer fuera de casa, compartir barbacoas o picnics, hecho que puede vincularse con la pérdida de unas pautas básicas de manipulación que garanticen la higiene alimentaria y, en definitiva, con un incremento del riesgo de adquirir toxiinfecciones alimentarias.
Esther Carrera, experta en Seguridad Alimentaria de la Universidad CEU San Pablo, ha elaborado un decálogo de recomendaciones para evitar padecer enfermedades provocadas por una inadecuada manipulación o conservación de los alimentos. Entre las propuestas están lavarse las manos, tomar agua embotellada y evitar alimentos crudos o poco cocinados.
También incluyó referencias sobre cómo manejar los alimentos en pic-nic y barbacoas o cuando se llevan a congelación para reducir considerablemente el riesgo de toxiinfección alimentaria y evitar una mala experiencia durante un tiempo de descanso y disfrute.
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