Asegura que sigue “firme y resistiendo por mi derecho al asilo y al refugio”
BILBAO, 4 (EUROPA PRESS)
El joven saharaui retenido en el aeropuerto de Bilbao desde hace 12 días, y al que el Ministerio del Interior ha denegado el asilo, ha iniciado una huelga de hambre para evitar su devolución a Marruecos, por lo que está “un poco agotado”, pero sigue “firme y resistiendo por mi derecho al asilo y al refugio”.
Precisamente, la Audiencia Nacional ha denegado este jueves la medida cautelar solicitada por Zehar Errefuxiatuek en un recurso con el que pretendía evitar la deportación a Marruecos del joven saharaui, de unos 20 años de edad, al que se le ha denegado la petición de asilo político y que permanece desde hace 12 días retenido en el aeropuerto de Bilbao.
Como consecuencia, el solicitante de asilo será previsiblemente devuelto a Tánger en un vuelo que partirá del aeropuerto de Bilbao a primera hora de la tarde de este viernes.
En el auto, dictado este jueves y recogido por Europa Press, la Sala desestima las medidas cautelares solicitadas por la asociación vasca de ayuda al refugiado contra la resolución del Ministerio del Interior de denegación de asilo.
Durante la concentración convocado por Juventud Activa Saharaui esta tarde en Bilbao en apoyo de este joven saharaui, el abogado y presidente de Zehar Errefuxiatuekin, Javier Galparsoro, que está ofreciendo apoyo a los abogados que están llevando todo el proceso de solicitud realizada en el momento en que llegó a Euskadi, ha dicho que el caso es “muy delicado”.
Ante la denegación de la solicitud de asilo, Galparsoro ha querido ser prudente y ha dicho que “no se ha perdido nada, pero tampoco tenemos todavía ninguna solución que permita asegurar su pronta y próxima entrada en nuestro país”.
En cuanto al auto de la Audiencia Nacional que ha denegado la medida cautelar solicitada por Zehar Errefuxiatuek para evitar la deportación a Marruecos del joven saharaui, Galparsoro ha afirmado que es “muy endeble” y “no atiende a las poderosas razones” que el joven saharaui ha expresado en su solicitud de asilo, que son “muy justificadas y que merecerían por sí mismas su derecho a entrar en territorio”.
En ese sentido, ha precisado que no están hablando de que le reconozcan el derecho de asilo, sino “simplemente que se le permita entrar en España para que podamos, posteriormente, estudiar más a fondo su solicitud, disponer de todos los informes que acreditan la persecución de que ha sido objeto”.
Sobre la situación del joven saharaui, ha explicado que está en una zona “aislada” del aeropuerto de Bilbao, “sin comunicación con el exterior”, excepto con él y con sus abogados. “Está muy preocupado y se ha declarado desde ayer en huelga de hambre, ante la enorme preocupación que tiene por su suerte y por lo que pueda ocurrir”, ha indicado Galparsoro, para añadir que esta mañana ha sido visitado por un dispositivo médico que “no ha considerado, de momento, necesario su traslado a un centro hospitalario”.
En ese sentido, ha advertido que “si prosigue esta huelga de hambre es probable que en las próximas horas tenga que ser puesto a disposición de los médicos para que estudien su situación”.
Galparsoro, que no le está trasladando al joven retenido en Loiu “las malas noticias que están llegando”, ha dicho que están trabajando para “coordinar todas las estrategias que se puedan llevar a cabo para evitar, finalmente, que se produzca la peor noticia, que sería la deportación”.
Asimismo, ha dado a conocer que el joven le ha pedido que “evite a toda costa que tenga que volver a Marruecos” porque, según le ha dicho, “sería encarcelado, torturado y condenado hasta a 10 años de prisión”.
CONCENTRACIÓN
Varios centenares de personas se han concentrado esta tarde en la Plaza Moyua de Bilbao, frente a la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia, convocados por Juventud Activa Saharaui en apoyo al joven saharaui retenido en el aeropuerto de Loiu, y han lanzado gritos a favor de la libertad del Sáhara y de “Marruecos tortura, España disimula” o “Sánchez atiende, el Sáhara no se vende”.
Durante la concentración, los convocantes han dado lectura a un comunicado, en el que han denunciado que el Ministerio del Interior ha ordenado la deportación del joven saharaui solicitante de asilo, “a pesar de ser conscientes de lo que supone su vuelta a Marruecos y sin tener en cuenta que está huyendo de la persecución política que enfrenta en los territorios ocupados del Sáhara Occidental”.
Tras asegurar que ya ha sido detenido previamente por las autoridades marroquíes y que “tanto el como su hermano, que se encuentra actualmente bajo protección internacional en Francia, son constantemente perseguidos”, han denunciado que ayer “fue asistido por la policía sin la presencia de su intérprete”, lo que constituye “una violación de los derechos humanos”.
“Nos preocupa profundamente que la policía y el Gobierno español tenga la intención de deportarlo a Marruecos, poniendo en riesgo su seguridad y bienestar”, han asegurado, para advertir que esta acción “no solo contradice los derechos humanos fundamentales, sino que también contradice los principios de protección y asilo a los que España se ha comprometido”.
Además, han denunciado que, tras declararse en huelga de hambre ayer y “pese al deterioro de su condición física y psicológica, no ha recibido ningún tipo de asistencia hasta hoy, cuando tras muchas quejas, fue evaluado por el personal sanitario, quienes le diagnosticaron de gravedad e informaron de la inminencia de su posible hospitalización”.
“Es inaceptable que se ignore la situación de vulnerabilidad del joven saharaui y se le niegue el refugio que necesita”, han manifestado, para exigir al Gobierno central que “rectifique la orden de deportación emitida por el Ministerio del Interior” y, a su vez, “respete la legalidad internacional y el legítimo derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación”.
“FIRME Y RESISTIENDO”
Por otro lado, desde Zehar-Errefuxiatuekin han trasladado que el joven está, según sus propias palabras, “un poco agotado por el impacto de la huelga de hambre”, pero sigue “firme y resistiendo por mi derecho al asilo y al refugio”. “Tengo miedo al pensar en mi posible deportación a Marruecos y lo que me espera allí y, por otra parte, siento esperanza, sentimiento al que estamos ligado el pueblo saharaui desde el comienzo de la lucha por la libertad y la independencia, desde 1973”, afirma.
Según explica, decidió venir a Bilbao por “el acoso al que me sometían las autoridades de la ocupación marroquí y la imposibilidad de vivir con plenas garantías a mis derechos como saharaui dentro del territorio ocupado”. Era activista dentro del movimiento estudiantil saharaui y fue arrestado por las autoridades marroquíes, “torturado la última vez”.
“No puedo aceptar mi regreso al infierno”, asegura, para agradecer la solidaridad con su causa y señalar que su situación es “una pequeña parte de la falta de libertad de expresión y de condiciones de vida en el Sáhara Occidental experimentada por los jóvenes saharauis como resultado de las condiciones de ocupación y del bloqueo de Marruecos a la región”.
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