MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Seguir la dieta mediterránea es un poderoso aliado para la salud incluso después de un diagnóstico de cáncer, puesto que reduce el riesgo de mortalidad en un 32%.
Este es el resultado de un estudio italiano realizado por la Plataforma Conjunta de Investigación Fundación Umberto Veronesi en colaboración con la Universidad LUM Giuseppe Degennaro de Casamassima (Italia).
Según esta investigación, publicada este marte en la revista ‘JACC CardioOncology’, las personas diagnosticadas con cualquier tipo de tumor que tuvieron una alta adherencia a la dieta mediterránea en el año anterior a su inscripción en el estudio viven más y tienen un menor riesgo de mortalidad cardiovascular en comparación con aquellas con menor seguimiento a ese tipo de alimentación.
El estudio examinó a 800 adultos italianos, tanto hombres como mujeres, que ya habían sido diagnosticados con cáncer. Los participantes fueron seguidos durante más de 13 años en cuanto a su consumo de alimentos.
“El papel beneficioso de la dieta mediterránea en la prevención primaria de algunos tumores es bien conocido en la literatura. Sin embargo, se sabe poco sobre los beneficios potenciales que este modelo dietético puede tener para aquellos que ya han recibido un diagnóstico de cáncer”, según Marialaura Bonaccio, primera autora del estudio
BENEFICIO “ESPECIALMENTE EVIDENTE”
Bonaccio señala que el estudio indica que “las personas que padecían cáncer y que tenían una fuerte adherencia a la dieta mediterránea tenían un riesgo de mortalidad un 32% menor en comparación con los participantes que no seguían la dieta mediterránea”. “El beneficio fue especialmente evidente en la mortalidad cardiovascular, que se redujo en un 60%”, añade.
“Estos datos respaldan una hipótesis interesante: diferentes enfermedades crónicas, como los tumores y las enfermedades cardíacas, en realidad comparten los mismos mecanismos moleculares. Esto se conoce en la literatura como ‘common soil’, es decir, un terreno común del que se originan estos dos grupos de trastornos”, explica Maria Benedetta Donati, investigadora principal de la Plataforma Conjunta de Investigación Fundación Umberto Veronesi.
Chiara Tonelli, presidenta del Comité Científico de la Fundación Umberto Veronesi, indica que “la dieta mediterránea se compone principalmente de alimentos como frutas, verduras y aceite de oliva, que son fuentes naturales de compuestos antioxidantes, lo que podría explicar la ventaja observada en términos de mortalidad no solo por cáncer, sino también por enfermedades cardiovasculares, que puede reducirse con dietas particularmente ricas en estos compuestos bioactivos”.
- Te recomendamos -