Grezzi dice que València será “cementerio de vehículos contaminantes” y Pérez rechaza que se les dé “barra libre”
VALÈNCIA, 1 (EUROPA PRESS)
Los dos grupos de la oposición en el Ayuntamiento de València, Compromís y PSPV-PSOE, han criticado este lunes la propuesta para regular las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad presentada por el equipo de gobierno que forman PP y Vox. Así, han considerado que el borrador de ordenanza previsto es una “estafa” y un “coladero”, como ha apuntado Compromís, y un planteamiento “de mínimos, sin informes técnicos, que no reduce la contaminación”, en opinión de los socialistas.
Los dos grupos de fuera del ejecutivo municipal se han pronunciado de este modo, en sendos comunicados, después de que el pasado viernes se aprobara en la Junta de Gobierno Local del consistorio el borrador de la ordenanza que regirá las ZBE y de que el edil de Movilidad, Jesús Carbonell (PP), lo presentara este lunes en una rueda de prensa.
“El PP ha tardado un año en poner sobre la mesa su ordenanza para la ZBE, o lo que es lo mismo, su mecanismo para convertir València en la única capital europea en la que en 2028 todavía, con una excusa u otra, se pueda circular con vehículos altamente contaminantes”, ha afirmado el edil de Compromís Giuseppe Grezzi.
El concejal ha considerado que la propuesta de ordenanza dada a conocer “confirma la renuncia de la alcaldesa, María José Catalá (PP), a cumplir el objetivo de las ciudades Misión de reducir las emisiones y los contaminantes para 2030 en un 80%”. “Lo que Carbonell ha presentado como las normas definitivas de funcionamiento de la ZBE para 2028 es una recopilación de las excepciones que temporalmente han operado y operan en otras ciudades para hacer la transición hacia ciudades sin emisiones en un futuro cercano”, ha añadido.
Grezzi ha criticado que el PP plantee una València “en la que, por los motivos más arbitrarios –como ser familia numerosa o llevar a los nenes en coche al cole– puedes saltarte cualquier restricción, independientemente de lo que contamine tu vehículo”.
Asimismo, ha apuntado que “el ánimo de boicotear la política medioambiental por parte del PP es tal que deja sin efecto la principal bondad de la ZBE en todas las ciudades: poner fecha límite al plazo de la sustitución de flota de los vehículos de empresa”. “En lugar de hacerlo y poner una fecha tope, el PP dice que camiones, furgonetas y coches, dedicados a la distribución pero también sencillamente a nombre de un autónomo, podrán circular libremente independientemente de lo que contaminen”, ha señalado el edil.
“EXCLUYE BARRIOS”
“València se convertirá así en el cementerio de vehículos contaminantes que rechacen todas las ciudades de Europa. Los barrios del Grao, Cabanyal, Malvarrosa y Natzaret se convertirán, de nuevo de la mano del PP, en el aparcamiento de todos esos vehículos contaminantes y los que vengan de fuera”, ha añadido el representante de Compromís.
Giuseppe Grezzi ha comentado que “en lugar de atender las peticiones vecinales de instaurar allí estacionamiento de residentes, el PP excluye estos barrios de la ZBE convirtiéndolos en el futuro polo de atracción y aparcamiento de todos los coches que vengan de fuera de la ciudad y de los locales que carezcan del etiquetado necesario”, ha asegurado.
El concejal ha manifestado que “hacerlo peor es sumamente difícil”. “Pero a estas alturas a pocos sorprende ya la siguiente barbaridad que pueda presentar un gobierno de negacionistas medioambientales como el de María José Catalá”, ha apostillado Grezzi.
Desde el PSPV-PSOE, la edil María Pérez ha calificado de “mínimos” el borrador de la ordenanza para la ZBE y ha criticado que da “barra libre para seguir contaminando en todos los barrios de la ciudad hasta 2028”, al tiempo que ha censurado que “además, no se sujeta en ningún estudio técnico”.
“El borrador de la ordenanza es un documento que no busca, en ningún caso, reducir la contaminación de esta ciudad”, ha dicho Pérez, que ha señalado que ese “era o debería ser el principal objetivo”.
Igualmente, la representante del grupo socialista ha aseverado que es también “una ordenanza que no se basa en ningún dato objetivo que mida el impacto de estas medidas sobre la contaminación” y ha expuesto que “en el expediente no consta tampoco ningún informe técnico que avale ni la elección del calendario ni el tipo de etiqueta que es elegido, ni todas las excepciones que se han considerado”.
“ABSOLUTAMENTE IRRESPONSABLE”
María Pérez ha apuntado que el de la ZBE es un texto “absolutamente irresponsable con la contaminación de esta ciudad”. “Es una ordenanza que prefiere hacer creer que la contaminación es un problema del futuro y que incluso traslada al siguiente ciclo electoral las decisiones ante una evidente falta de compromiso de este gobierno con la mejora de la calidad del aire”.
La concejala del PSPV-PSOE, que ha indicado que los plazos de cumplimiento evidencian “la escasa confianza del PP en continuar al frente del Ayuntamiento a partir de 2028”, ha afirmado que las medidas que se proponen “van a impactar en un porcentaje muy pequeño del parque móvil de la ciudad.
“En València no será antes de 2028 cuando se reduzca la posibilidad de circular a los coches de más de 27 años, es decir, menos del 10% de los turismos de la ciudad” y un porcentaje “que representa seguramente uno muy inferior en el tráfico diario real”.
Pérez ha insistido en que esta es una ordenanza “de mínimos” y ha asegurado que así lo ha reconocido el gobierno local al hablar de regulación “blanda”. “Es una ordenanza de mínimos porque el PP ha estado más cómodo negociando medidas de sostenibilidad con Vox que con el PSOE, que le había tendido la mano en varias ocasiones sobre este tema”, ha resaltado.
La edil del PSPV-PSOE ha afirmado que “el objetivo de la ordenanza de la ZBE era reducir la contaminación presente en la mayoría de los barrios de la ciudad y que está pasando una factura invisible a los vecinos de València”, tras lo que ha lamentado que “el PP ya ha demostrado que no le preocupa nada la salud de los ciudadanos”. “Prefiere seguir facilitando el tráfico privado por nuestras calles en lugar de implicarse de verdad en la lucha contra el cambio climático”, ha concluido.
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