MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
La reducción de la jornada laboral que quiere aprobar la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, tendrá un coste directo para las empresas de 11.800 millones de euros e indirecto de más de 40.000 millones al año, mientras que se verán afectados tres de cada cuatro trabajadores del sector privado en España.
Así se desprende del informe ‘Impacto de la Reducción de la Jornada Laboral en la Pyme’, elaborado por el servicio de Estudios de Cepyme, que resalta que las pymes serán las empresas más afectadas por una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales debido a su “menor productividad, rentabilidad y sus inferiores recursos organizativos”, así como a la menor presencia del convenio de empresa en este segmento.
Fuentes de Cepyme explican que los 11.800 millones de coste directo equivalen a una subida del 8% del impuesto de sociedades y la cuantía de 40.000 por el impacto indirecto es equivalente a situar el mencionado tributo en el 52%.
Esta patronal recuerda que la jornada laboral en España ha bajado de las 40 horas semanales en que se situaba en 1983 a las 38,3 horas actualmente, una reducción del horario que ha sido fruto de la negociación colectiva y de la capacidad que ésta da para adaptar las condiciones del trabajo. En el caso de los convenios de ámbito de empresa, típicos de compañías de mayor tamaño, la reducción progresiva de la jornada laboral ha sido más marcada, hasta las 37,2 horas semanales.
“La negociación colectiva ha demostrado su buen funcionamiento al haber sido la herramienta que ha logrado una reducción paulatina de la jornada laboral en los sectores, empresas y territorios en que su productividad ha permitido materializarla. Esta adaptabilidad constituye un éxito de la negociación bipartita”, indica el estudio.
Para Cepyme, la productividad “debe ser un factor clave a la hora de plantear una redefinición de las condiciones del trabajo”, por lo que defiende que cualquier debate sobre la reducción de jornada ha de tenerla en cuenta, en aras de la “supervivencia de la pyme”.
Según la Confederación, cualquier variación de las condiciones organizativas debe hacerse previo impulso de la productividad, y no en momentos en los que ésta acumula cinco trimestres consecutivos de caídas. Y es que, según explica esta patronal, la productividad de la pyme española se situó en el primer trimestre de 2024 un 3,3% por debajo que hace un año y todavía se mantiene un 2% por debajo de la registrada en 2015.
La reducción de jornada afectará en general a tres de cada cuatro trabajadores (el 75%) cubiertos por convenios colectivos, según las estimaciones de Cepyme, lo que supone en torno a 8,8 millones de asalariados, con impacto diferencial según ramas de actividad.
Así, en Actividades inmobiliarias, hostelería, agroganadería, comercio y actividades profesionales, los trabajadores que hacen jornadas superiores a las 37,5 horas semanales son el 85% del total.
Además, hay empresas que por su propia naturaleza no han podido reducir su jornada, de modo que el 7,9% de los asalariados trabaja más de 39,5 horas, unas 925.000 personas, principalmente concentradas en las ramas de información y telecomunicaciones, transporte y almacenamiento, comercio, hostelería e industrias extractivas.
En este punto, el informe señala que la reducción de la jornada laboral supone, de facto, una subida salarial y, por tanto, un aumento de los costes laborales. Por ello, advierte de que a esta nueva subida de los costes laborales se une el “mayor riesgo de conflictividad en las plantillas, las dificultades para reasignar recursos y un nuevo factor de incertidumbre si la reorganización del trabajo ha de hacerse inmediatamente, algo complicado en una economía como la española aquejada de problemas de vacantes y escasez de mano de obra”.
Ante la publicación de este informe, fuentes de Cepyme explicaron que en España hay unas 700.000 empresas que tienen solo uno o dos trabajadores y que por tanto van a tener muchas dificultades para adaptarse a esta nueva situación. En este sentido, criticaron que el Gobierno adopte esta medidas “erosionando la cohesión territorial que aportan las pymes en el país”. De hecho, alertaron de que la medida va a provocar “un efecto contrario al esperado”.
En cuanto a la marcha de la negociación, desde Cepyme censuraron que no se acepten propuestas de la parte empresarial en la mesa de diálogo y resaltaron que con los sindicatos sí se estaban tratando cuestiones como adoptar un período transitorio para la reducción de la jornada mayor. Este, para Cepyme, que se sienta en la mesa junto a CEOE, debe pasar por que se reduzca la jornada cuando se tenga que renegociar cada convenio colectivo, para dar más tiempo a la reorganización.
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