JAÉN, 28 (EUROPA PRESS)
La Fundación Proyecto Hombre Jaén atendió a 859 personas en la provincia durante 2023, un ejercicio en el que cocaína y alcohol se consolidan como principales adicciones por las que se acude a rehabilitación.
Así lo ha puesto de relieve este vienes el director presidente y director terapéutico, Pedro Pedrero, en la presentación de la Memoria Anual 2023. Según los datos sobre tendencias de consumo de los usuarios, la cocaína se sitúa en cabeza con el 41,4 por ciento de los casos, seguida del alcohol, con un 36 por ciento.
Este hecho no supone una novedad, ya que ambas se alternan en importancia en los resultados de los últimos años, lo que certifica su consolidación como principales adicciones. Les siguen la heroína (13,5 por ciento), el cannabis (5,4 por ciento), el juego (1,8 por ciento), los fármacos (0,9 por ciento) y otras adicciones. Todas ellas hacen referencia a la fase de diagnóstico.
En cuanto a las adicciones detectadas y situaciones de consumo, una vez comenzado el tratamiento en Proyecto Hombre, la sustancia más consumida son los fármacos, con un 51 por ciento, seguida por el consumo de alcohol (49 por ciento), el consumo de cannabis (46,2 por ciento) y la cocaína (35,6 por ciento). En un menor porcentaje se encuentran otras adicciones, que suponen el 17,3 por ciento, y el juego (9,6 por ciento).
Hay destacadas diferencias entre las adicciones tratadas en hombres y en mujeres. Así, mientras que la principal adicción al inicio de la atención en el caso de los hombres es la cocaína, con un 44,68 por ciento de los casos, en mujeres se sitúa en primera posición el alcohol, con el 64,71 por ciento de los casos.
Con respecto a las adicciones secundarias, el primer puesto en hombres lo ocupa el alcohol, con un 25,68 por ciento, mientras que los fármacos aparecen en cabeza en el caso de las mujeres con un 37,14 por ciento.
Por otra parte, el director de Proyecto Hombre Jaén ha señalado que en 2023 aumentó el número de atenciones con respecto al año anterior. Así, fueron 859 personas atendidas, de las que 503 fueron de manera presencial, 276 vía telefónica y 80 a través de la página web.
El 79,77 por ciento de las personas que recibió tratamiento fueron hombres, con una edad media de 38,2 años. Las mujeres supusieron el 20,23 por ciento restante, con una edad media de 39,7 años, lo que refleja, según Pedrero, que tardan más en solicitar ayuda.
Otro aspecto relevante es que la mayor parte de los casos que llegan a esta entidad está “en una fase de importante deterioro”, por lo que ha hecho un llamamiento a demandar ayuda cuando se tengan las primeras sospechas de adicción.
SALUD MENTAL
Además, ha llamado la atención sobre los problemas de salud mental, cada vez más presentes en las personas con algún tipo de adicción, y ha subrayado la complejidad de poder llevar a cabo el deseable enfoque integral.
“Esto requiere una serie de pautas a nivel de tratamiento porque hay que atender a dos cuestiones: el problema mental y la adicción. Eso requeriría unos procesos de coordinación con las estructuras de salud mental que, desafortunadamente, ahora mismo, tanto en la provincia como en el ámbito andaluz, me atrevería a decir que no existen”, ha afirmado.
En este sentido, ha considerado que es una meta que hay que incluir en agenda. Ha apostado por “equipos interdisciplinares” que aborden “la totalidad de la persona” porque suele detectarse “multiplicidad de problemáticas” para tratar con éxito el objetivo de “reconstruir una vida”.
De este modo, ha abogado un modelo biopsicosocial, que tenga en cuenta factores biológicos, psicológicos y sociales. “La adicción es un trastorno que abarca múltiples factores y como tal hay que abordarlo”, ha incidido.
RECURSOS Y PROGRAMAS
Finalmente, Pedrero ha desgranado los recursos y programas con que cuenta Proyecto Hombre Jaén, como el Centro Ambulatorio, con los programas de Incorporación Social y de Reducción del Daño, y la Comunidad Terapéutica, con los programas para personas con patología dual y #MujeresVisibilizadas. Asimismo, ha aludido a los programas de Prisión, Prevención y Voluntariado.
“Se trata de reducir el sufrimiento de las personas afectadas y de sus familias mediante la ampliación del acceso a tratamiento y un tratamiento integral”, ha asegurado. Además, ha recalcado la necesidad de abordar problemáticas concretas, como es el caso de mujeres, personas en prisión, niños y niñas o minorías étnicas, entre otras.
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