MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
Un equipo de científicos ha descrito algunos de los fósiles de trilobites tridimensionales mejor conservados y que quedaron enterrados en ceniza volcánica hace más de 500 millones de años en el Alto Atlas (Marruecos) por un proceso similar al de la erupción del Vesubio que sepultó a los habitantes de Pompeya (Italia).
Así lo explica un equipo de 15 investigadores pertenecientes a instituciones de Australia, Estados Unidos, Francia, Marruecos o Reino Unido, y publicado este jueves en la revista ‘Science’.
“He estado estudiando trilobites durante casi 40 años, pero nunca sentí que estaba mirando tanto animales vivos como con estos. He visto mucha anatomía blanda de trilobites, pero lo realmente sorprendente es la preservación en 3D”, según Greg Edgecombe, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido).
Edgecombe añade: “Un resultado inesperado de nuestro trabajo es el descubrimiento de que las cenizas volcánicas en entornos marinos poco profundos podrían ser una bonanza para la preservación excepcional de fósiles”.
Debido a que su exoesqueleto duro y calcificado a menudo está bien conservado en el registro fósil, los trilobites -un grupo icónico y diverso de artrópodos marinos que fueron ancestros de arañas, cangrejos y escorpiones- son algunos de los animales marinos fósiles mejor estudiados. Los paleontólogos han descrito más de 22.000 especies durante los últimos dos siglos.
Sin embargo, la comprensión científica integral de este grupo fenomenalmente diverso se ha visto limitada hasta ahora por la relativa escasez de preservación de tejidos blandos.
“EXQUISITO DETALLE”
Debido a que los trilobites marroquíes estaban encerrados en cenizas calientes en agua de mar, sus cuerpos se fosilizaron muy rápidamente cuando la ceniza se transformó en roca, con lo que tuvieron un final similar el de los habitantes de Pompeya tras la erupción del Vesubio.
Los moldes de ceniza conservaron cada segmento de sus cuerpos, sus patas e incluso estructuras parecidas a pelos que recorrían los apéndices. El tracto digestivo de los trilobites también se conservó tras llenarse de ceniza.
“Como científico que ha trabajado con fósiles de diferentes edades y ubicaciones, descubrir fósiles en un estado de conservación tan notable dentro de un entorno volcánico fue una experiencia profundamente estimulante para mí”, apunta Abderrazak El Albani, de la Universidad de Poitiers (Francia).
Harry Berks, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), añade: “Los resultados revelaron con exquisito detalle una agrupación de pares de patas especializadas alrededor de la boca, lo que nos da una imagen más clara de cómo se alimentaban los trilobites. Se descubrió que los apéndices de la cabeza y el cuerpo tenían una batería de densas espinas orientadas hacia adentro, como las de los actuales cangrejos de herradura”.
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