VALLADOLID, 25 (EUROPA PRESS)
Asaja Castilla y León ha denunciado el “alto coste económico” que acarrea para agricultores y ganaderos la medida del gobierno de prorrogar la supresión del IVA para ciertos alimentos, algo que no afecta a los profesionales al Régimen Especial del IVA pero sí a los que cotizan en el Régimen General de IVA.
“En estos casos, que en sectores como el lácteo son mayoría, el agricultor o ganadero no percibe el IVA al vender sus productos, pero sí tiene que seguir pagando el IVA correspondiente al comprar los insumos o al hacer las inversiones. Este IVA soportado y no compensado con el procedente de las ventas, lo compensa finalmente la Agencia Tributaria, pero no lo hace hasta el final del segundo semestre del año fiscal siguiente, lo que deja sin tesorería a muchas explotaciones”, señala la organización a través de un comunicado remitido a Europa Press.
El IVA, que paga el consumidor final, es un impuesto “neutro” en el sector productivo, apunta Asaja, que, incide, es el caso de la agricultura y la ganadería. “Pero la cuestión es que, en la situación actual, no se compensa nada, por lo que la cifra está muy engordada, y Hacienda tarda una media de un año en devolverlo. Muchos agricultores y ganaderos han recurrido a los préstamos con los bancos para financiar esta devolución de IVA, con intereses en el entorno del seis por ciento”, lamenta.
En Castilla y León, se ven afectados por esta medida de supresión del IVA los cerealistas y los ganaderos de leche, así como los productores de legumbres, de tubérculos como la patata, frutas, hortalizas y verduras.
Ante esta situación, Asaja de Castilla y León pide al Gobierno un cambio normativo que permita la regularización del impuesto trimestralmente, devolviendo cada tres meses la diferencia entre el IVA soportado y el IVA repercutido sin esperar a que pase todo un año.
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