MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La organización SEO/BirdLife retoma la iniciativa ‘No lo cojas’ sobre qué hacer con los politos que caen del nido al suelo durante este verano y están aparentemente ‘en apuros’ y recomienda asegurarse de que el ave realmente necesita ayuda antes de cogerla.
“El impulso que sentimos por intentar ayudar y salvar a tan indefensas criaturas puede convertirse en una condena para estas aves, ya que en realidad están haciendo lo que su naturaleza dicta: abandonar el nido cuanto antes. Muchas de ellas son aves que habitan nuestros pueblos y ciudades como gorriones, golondrinas, aviones, mirlos o vencejos”, indicó SEO/BirdLife.
Las crías de la mayoría de las aves se desarrollan a una velocidad vertiginosa. Por ejemplo, un gorrión puede abandonar el nido antes de cumplir las dos semanas. Ello se debe, entre otros factores, a que en el nido las aves son extremadamente vulnerables a la depredación. Por ello, intentan abandonar el mismo lo antes posible, aun cuando todavía falten unos pocos días para que sean capaces de volar con cierta solvencia.
“En realidad, no es un problema, ya que sus padres se siguen encargando de alimentarlos durante este periodo y los localizan fácilmente por sus llamadas”, añadió la ONG.
SEO/BirdLife consideró “difícil que sus padres abandonen una cría, ya que el instinto de sacar adelante a sus crías prevalece sobre casi todo”. “Es probable que esa cría que revolotea con cierta torpeza por el suelo no sea huérfana, está dando sus primeros pasos fuera del nido, bajo el cuidado de sus padres”, apuntó.
CRÍAS REALMENTE HUÉRFANAS
No obstante, algunas crías caen del nido antes de tiempo en lugares peligrosos para ellas. Suelen reconocerse porque apenas están emplumadas y apenas pueden dar cortos vuelos.
“En estos casos, lo mejor que podemos hacer es intentar devolverle a su nido y solo cuando no sea posible, cogerlo con mucho cuidado, ponerlo en un lugar oscuro y tranquilo y llevarle a un Centro de Recuperación de Fauna, donde se encarguen de él”, explica SEO/BirdLife.
Esta organización subrayó que “criar a mano a un pollito es una tarea que requiere mucha dedicación, tienen que comer cada poco tiempo y no cualquier cosa, sino una pasta elaborada especialmente para ellos”.
“Además, es fácil que estas aves criadas a mano por nosotros se ‘asusten’ y en el futuro asocien al ser humano con comida o incluso con sus padres, lo que hace casi imposible que sobrevivan en libertad. Intentar criar un pollito por nosotros mismos es la última opción que debemos tomar”, recalcó.
Por último, SEO/BirdLife indicó que conviene no hacer tres cosas en el caso de encontrarse a un pollito caído del nido: alimentarlo con leche, galletas, o miga de pan (la leche puede matarlo directamente); mojar los orificios sobre el pico por los que el ave respira al intentar darlo de beber (lo más probable en este caso es “una muerte lenta y dolorosa”, según la organización) ni manipular al ave con las manos en contacto con el plumaje más de lo imprescindible, pues estropeará sus plumas e incapacitará al joven ave para la vida en libertad.
El mejor lugar para mantener un ave mientras se traslada a un Centro de Recuperación de Fauna, es en el interior de una caja oscura, con algún orificio de ventilación, y con el fondo cubierto de papel absorbente.
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