Colaborarán con la Fundación Carolina Díez Mahou y la Cocina Económica
SANTANDER, 24 (EUROPA PRESS)
La Península de la Magdalena de Santander será escenario el 7 de julio la undécima edición de la Milla María de Villota y la segunda del triatlón que también lleva su nombre, que recaudarán fondos para el programa ‘Primera Estrella’ de la Fundación Carolina Díez Mahou y leche para la Cocina Económica.
La carrera y marcha popular y familiar se celebrará a partir de las 10.45 horas, sobre la distancia de una milla, aproximadamente, y en ella los participantes decidirán su ritmo de carrera, marcha o paseo.
Previamente a la Milla se celebrarán tres pruebas Infantiles: Sub 5 años, a partir de las 10.40 horas sobre la distancia de 50 metros en la recta de meta del Palacio de la Magdalena; Sub 9 años, a partir de las 10.35 horas, sobre con una vuelta alrededor del Palacio; y Sub 12 años, a partir de las 10.30 horas, con dos vueltas alrededor del Palacio de la Magdalena.
Por su parte, el II Triatlón se celebrará el mismo día de 8.45 h a 09.45 horas. Las distancias serán un cuarto de milla a nado –desde la Playa de Bikinis hasta el Embarcadero Real, sentido inverso al realizado en el I Triatlón María de Villota 2023–, 2,5 millas en bicicleta –dos vueltas y media alrededor de La Magdalena– y 1,6 kilómetros de carrera a pie –circuito alrededor de la Magdalena, el mismo que el de la posterior XI Milla María de Villota–.
En esta segunda edición del triatlón también habrá posibilidad de hacer la prueba por relevos (cada deportista realiza un segmento del triatlón).
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha presentado este lunes estas citas en el Real Club de Tenis de la Magdalena acompañada por el padre de María de Villota, Emilio de Villota; el presidente del Tenis, Eduardo de la Mora; y la concejala de Deportes, Beatriz Pellón, entre otros organizadores, patrocinadores y mecenas. Además, se ha anunciado que el torneo de tenis se celebrará en el mes de agosto.
Igual ha destacado la importancia y arraigo de estas pruebas. “La solidaridad y el afán de ayudar a los demás es el principal legado que nos dejó María y cada uno de nosotros tenemos también la oportunidad de contribuir gracias a estas dos iniciativas que acogeremos en la ciudad”, ha destacado.
Tal y como ha detallado, con estos eventos se quiere “transmitir los valores que María de Villota representaba, valores relacionados con el deporte, con la promoción de la presencia de la mujer en este ámbito, con la superación, con la capacidad de reinventarse y con la solidaridad”.
Las inscripciones para participar en las diferentes pruebas pueden realizarse ya a través de la web de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou www.fundacionanacarolinadiezmahou.com o en Rock The Sport a través del enlace //www.rockthesport.com/es/evento/ii-triatlon-maria-de-villota.
Los fondos recaudados por inscripciones –el importe es de 7 euros para adultos y 5 euros para niños en la milla y 16 euros los federados y 22 los no federados en el triatlón– y venta de merchandising se destinarán íntegramente al citado programa de la Fundación. Además, cada participante aportará un litro de leche que se entregará a la Cocina Económica.
LEGADO MARÍA DE VILLOTA
El ‘Legado María de Villota’ es una iniciativa que nació en 2014 para difundir los valores de la piloto y continuar su labor solidaria junto a las personas enfermas y los colectivos más necesitados.
Superación en la dificultad, disciplina en su preparación, perseverancia en sus objetivos, optimismo como actitud, espíritu de equipo y sacrificio, determinación en la toma de decisiones, empatía con las personas que la rodean y familiar fueron sus valores y señas de identidad.
Después de una extensa trayectoria de 17 años en las modalidades de karting, turismos, rallyes, GT’s y monoplazas, María de Villota alcanzó su meta en 2012: la Foìrmula 1.
El 3 de julio de 2012, sufrió un grave accidente durante los entrenamientos con su equipo de Fórmula 1, que le ocasionó severas lesiones. De forma instantánea, su sueño, al que había entregado prácticamente su vida, desapareció, y a partir de ese momento mostró una extraordinaria capacidad para reinventarse. Desde entonces, la solidaridad fue su razón de vivir, y la Fundación Ana Carolina Díez Mahou pasó a ser el centro de su vida, ayudando a niños afectados por enfermedades neuromusculares genéticas.
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