El cantaor se arropará ante mil personas con la guitarra de Jesús Guerrero: “Hace tiempe me encontré con Lorca y no pienso soltarme”
CUENCA, 21 (EUROPA PRESS)
El Monasterio de Uclés ultima los detalles en su claustro para que cerca de mil personas se entreguen a Miguel Poveda, que con su voz desplegará su historia de amor con Federico García Lorca, con su particular punto de vista del Poema del Cante Jondo, fusionando su voz con los versos del granaíno y arropados por la guitarra de Jesús Guerrero.
En entrevista con Europa Press antes de la cita, Miguel Poveda se prepara para hacer partícipe a los asistentes de la comunión de su voz con el sentimiento del poeta 103 años después de escribir aquellos versos, con el flamenco como hilo conductor.
‘Ni tú ni yo estamos en disposición de encontrarnos’, dejó escrito Lorca en su particular ‘Encuentro’ en el Poema del Cante Jondo, y ahora Miguel Poveda siente que se ha encontrado con él. “Hace tiempo lo hico, y no pienso soltarme. Y espero que él tampoco”:
PREGUNTA.- Lo que haces con Lorca, ¿es adaptar, es versionar o es interpretar ?
RESPUESTA.- Es hacer mi lectura musical, darle forma a lo que ha resonado en mi cabeza e interpretar sus poemas con el fin de ser fiel al sentir que yo intuyo de él.
P.- Un poemario que, en su contexto histórico, ya se salía un poco de la tendencia de su tiempo. ¿Buscabas lo mismo o ha sido casualidad?
R.- Es posible que sea casualidad, esta lectura musical es en realidad una oda de amor y gratitud a ese libro y a su implicación con el arte flamenco.
P.- Cien años después de que él escribiera, ¿transmiten lo mismo esos versos que tu voz o que la guitarra de Jesús?
R.- Sería un osado si dijese que sí, Federico en sí mismo ya es inspiración y emoción, yo solo soy un lector que le canta desde el amor.
P.- ¿Hay que entender a Lorca interpretarlo?
R.- A lo que no se entiende no es posible darle salida, hay poemas de Federico que tienen un imaginario difícil de entender, por eso no transito ahí de momento, pero el universo del flamenco lo entiendo bien.
P.- Hay dos interpretaciones del Cante Jondo iguales? ¿Jesús Guerrero y tú interpretáis lo mismo?
R.- Cada persona al leer un poema lo visualiza o lo entiende a su manera y le produce cosas distintas o parecidas. En el caso de Jesús, hemos trabajado tan de la mano que entre los dos hemos hecho una misma lectura.
P.- ¿Cómo encajan un monasterio de 800 años, versos granaínos de 100, una voz catalana de más de 30 y una guitarra gaditana de otros tantos?
R.- La emoción no tiene una nacionalidad ni lugar de procedencia. Se siente o se está muerto.
P.- ¿Qué pensaría Federico si estuviera entre el público de Uclés este sábado? ¿Se reconocería? ¿Te aceptaría el punto de vista?
R.- Esa es mi eterna pregunta, por eso soy tan cuidadoso con sus textos, porque no quiero defraudarlo a él e intento ser fiel a su entusiasmo y su amor por el cante.
P.- Las estructuras de Lorca no estaban hechas para el flamenco. ¿En algún momento tras tomar la decisión de afrontar este reto te has arrepentido?
R.- De ningún modo, si me hubiese arrepentido de haber grabado este disco no estaría cantándolo en directo que es donde más disfruto este repertorio.
P.- ¿Crees que le haces justicia, o no es cuestión de justicia?
R.- Es cuestión de amor, de gratitud y de justicia al arte flamenco, que merece todos los honores por ser una de las expresiones artísticas más emocionantes del mundo.
P.- Mañana cantas a pocos kilómetros de Corral de Almaguer, cuna de Israel Fernández. ¿Algún piropo?
R.- Israél Fernández es de mis cantaores favoritos, y cuando digo favorito lo incluyo también entre los históricos y los clásicos. Aúna perfecto tradición y modernidad, es un fuera de serie.
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