BRUSELAS, 21 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea reunirá al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, y al primer ministro kosovar, Albin Kurti, el próximo miércoles 26 en una nueva ronda del diálogo entre Belgrado y Pristina para resolver las disputas entre ambos, después de que los últimos meses hayan estado marcados por la limitación en Kosovo del uso del dinar y permitir solo los pagos en euros.
El portavoz de Exteriores del bloque, Peter Stano, ha confirmado a Europa Press que el encuentro de alto nivel tendrá lugar el próximo miércoles y se espera la presencia de los líderes de Serbia y Kosovo, con la mediación del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, y del representante especial de la UE para el diálogo, Miroslav Lajcak.
Vucic y Kurti no se reúnen en el marco del diálogo auspiciado por Bruselas desde octubre de 2023, cuando las partes fueron incapaces de dar pasos en la creación de asociación de municipios serbios. Desde entonces Belgrado y Pristina han encadenado distintos roces y disputas entre ellas la controversia generada por la decisión del Banco Central de Kosovo de permitir solo los pagos en euros.
Fuentes europeas explican que la intención es avanzar en la hoja de ruta acordada en Ohrid para dar forma a los pactos alcanzados los últimos años y dejar atrás la gestión de crisis, en la que la UE se ha visto empujada a mediar entre serbios y kosovares para resolver distintas disputas que iban surgiendo como la polémica por las matrículas o el uso del dinar.
De hecho, este último asunto en principio no estará en la agenda después de que Pristina rechazara cualquier sugerencia de la diplomacia europea y Bruselas diera por agotados los esfuerzos para convencer a Kosovo de revertir la medida del Banco Central.
En el mes de mayo la UE puso sobre la mesa una propuesta de compromiso que acomodaba la posición de serbios y kosovares para crear una entidad empresarial con encaje legal en el sistema kosovar que permitiera el pago de ayuda financiera de Serbia.
Finalmente la negociación no llegó a buen puerto y criticó la falta de voluntad de serbios y kosovares para llegar a un acuerdo sobre una cuestión con un fuerte impacto en los servicios públicos del norte de Kosovo, donde se concentra la minoría serbokosovar dependiente de ayudas de Belgrado.
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