SANTANDER/MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, destacó este jueves que de las declaraciones del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, “se desprende una cosa muy clara”, que es que quiere esperar a ver “si le toca la lotería” y cambia el Gobierno y no se reduce la jornada laboral, mientras que el líder de CCOO, Unai Sordo, pidió a la patronal “que no se meta en política”.
Así se expresaron Sordo y Álvarez en el XLI Seminario de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), titulado ‘El rol de las empresas en la nueva economía’, donde Álvarez subrayó que la reducción de la jornada a 37,5 horas afectará a unos 11 millones de empleados. El Ministerio de Trabajo negocia con sindicatos y patronal la reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales a 38,5 este año y a 37,5 en 2025.
El máximo responsable de UGT rechazó el “fantasma” que esgrimen quienes se oponen a esta medida, pues alegan que “esto va a afectar a la competitividad del país”. Para Álvarez, “es una parodia que no se creen ni borrachos”, porque afecta principalmente al sector servicios y no a actividades internacionalizadas, pues ese tipo de empresas, en buena medida, ya están en convenios de 37,5 horas o menos.
Y, en el caso concreto de la hostelería, que explicó que sí se verá afectada, el líder de UGT juzgó que “puede asumir perfectamente esta reducción del tiempo de trabajo”, gracias al fuerte aumento de los precios de los dos últimos años. Por ello, incidió en que “no afectará para nada a la competitividad del país” y, en cambio, la mejorará, porque obligará a muchas empresas a mejorar sus herramientas tecnológicas.
Sobre la posición de la CEOE, afirmó que no le “parece que ese sea el tono, a tenor de la posición que hemos ido manteniendo las organizaciones sindicales y el propio Gobierno”, dado que considera que Garamendi dilata la negociación para “ver si le toca la lotería” y se produce un cambio de mayorías en el Parlamento. “Creo que no hay muchos ejemplos en Europa de países donde los cambios se hayan hecho con tanto diálogo, con tanta concentración y con un nivel de acuerdo tan alto”, añadió.
Asimismo, dijo que tiene la “sensación” de que está dándose “una cierta retroalimentación” y manifestó que “a Garamendi le gusta subir el tono” con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, entrando “directamente a la batalla”.
Aunque aseguró que en el sindicato trabajan con “la hipótesis de que va a haber acuerdo con la patronal”, Álvarez insistió en todo momento en que este mes de junio debe concluir la negociación: “En septiembre no vamos a seguir entreteniendo el tema”.
“Y por tanto, la pregunta es ¿ustedes están de acuerdo con las 37 horas y media? Vale, pues si están de acuerdo vamos a hablar en qué condiciones, de qué manera para que no afecten a los trabajadores y a las trabajadoras”, inquirió Álvarez.
En este sentido, evitó adentrarse en el debate de si aceptarían aumentar las horas extra legalmente permitidas al año a cambio de reducir la jornada, como según fuentes de la negociación habría planteado la patronal. En la actualidad, el tope legal es de 80 horas anuales. En todo caso, Álvarez garantizó que se salvaguardará la “unidad de acción” entre los dos sindicatos, es decir, con CCOO.
NO HAY CASO
Precisamente, el secretario general de CCOO declaró que “CEOE en ningún momento ha dicho que esté de acuerdo con reducir la jornada a 37 horas y media”, con lo cual, “a partir de ahí, es que no hay caso” con un posible aumento de horas extra.
Al hilo, resaltó que “de lo que se trata es de reducir al menos de 40 a 37,5 horas la jornada laboral y mejorar sustancialmente los sistemas de control horario”.
“Es lo que está encima de la mesa. En el momento en que CEOE acceda a esta petición de los sindicatos, que tiene que ver también con el programa de gobierno y que desde luego hasta ahora no se ha dado, habrá que hablar de las cosas que se pueden decir en la mesa. Pero no hay ninguna discrepancia porque a partir de lo que se está hablando es de la reducción del tiempo y edad de trabajo y no hay ningún acercamiento en ese sentido”, remachó Sordo.
En su intervención, este líder sindical reconoció que el impacto de la medida puede ser diferente en función de cada sector, aunque incluso en los más afectados es posible afrontarlo. “¿Cuánto costaba alojarse en un hotel hace dos años y cuánto cuesta ahora? ¿Cuánto se ha incrementado el precio por alquilar una habitación?”, se preguntó retóricamente Sordo.
Además, puso el foco en que “hay márgenes empresariales de sobra para distribuirlos a través del salario o a través de la reducción de jornada”, por lo que “no se va a destruir el empleo de España si se reduce el tiempo de trabajo”, sino que sucederá lo contrario, porque las empresas serán “más productivas y rentables” pero no mediante el pago de bajos salarios.
Del mismo modo, señaló que en el “marco del acuerdo tripartito” se lograron importantes avances en la pasada legislatura, dando incluso “una mejor respuesta a las crisis consecutivas”.
“Yo le diría a CEOE que no se meta en política, y que haga valer la autonomía colectiva, la autonomía de las partes, la capacidad de negociar de sindicatos y organizaciones empresariales, y no busque situaciones de veto y situaciones de bloqueo, esperando en efecto a ver si cambia la cultura política, a ver si se enreda el Parlamento, a ver si no hay presupuestos, a ver si hay una convocatoria de elecciones”, resolvió Sordo.
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