MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos se ha mostrado preocupado este lunes ante el anuncio por parte del Tribunal Regional de Ekaterimburgo (Rusia) de que el juicio contra periodista Evan Gershkovich, que trabaja para el diario ‘The Wall Street Journal’ y que ha sido acusado de haber espiado para la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) sobre las actividades de una empresa militar rusa, arranque el 26 de junio “a puerta cerrada”.
“Ciertamente nos preocupa. Vamos a intentar asistir al juicio, como intentamos asistir al juicio de cualquier ciudadano estadounidense detenido en Rusia. No sé si eso será posible”, ha declarado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una rueda de prensa en la que ha subrayado que han tenido acceso consular “en ocasiones” con el reportero.
No obstante, ha reconocido que por el momento no puede decir si será posible que estén presentes en la primera audiencia: “Será una alta prioridad para nosotros estar, porque la seguridad de los ciudadanos estadounidenses es nuestra máxima prioridad. En última instancia, intentaremos traerlo a casa”, ha sostenido.
Durante la jornada, el Kremlin ha confirmado la existencia de “contactos” con Estados Unidos en torno a un posible intercambio de prisioneros que incluya a Gershkovich, detenido a finales de marzo de 2023 y quien se convirtió en el primer periodista estadounidense detenido en Rusia desde el final de la Guerra Fría.
El propio Putin aseguró en febrero en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson que existía la posibilidad de liberar al Gershkovich, siempre y cuando observe “pasos recíprocos” por parte de las autoridades norteamericanas. Washington y Moscú han acordado en el pasado varios canjes de presos.
El portavoz de la diplomacia estadounidense ha aprovechado la ocasión para recordar que entre sus objetivos se encuentra también la liberación de Paul Whelan, exmarine condenado a 16 años de prisión en Rusia por cargos de espionaje.
Whelan, que cuenta con nacionalidad estadounidense, irlandesa y canadiense, además de británica, fue detenido en diciembre de 2018 en un hotel de Moscú por agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y, según la Inteligencia rusa, se le encontró un dispositivo de memoria externa que contenía información clasificada.
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