MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, estalló este jueves con un “por favor, basta ya” que pidió a los parlamentarios durante un tenso debate en el Hemiciclo al término de la intervención del líder de Vox, Santiago Abascal.
Cuando abandonaba la tribuna el presidente de Vox, el diputado de Sumar Gerardo Pisarrello pidió la palabra “por alusiones” y para responder a Abascal. Armengol le dejó intervenir, lo que no ocurrió cuando el portavoz adjunto de Vox, José María Figaredo, pidió la palabra.
La decisión de Armengol soliviantó a los parlamentarios de Vox que empezaron, desde sus escaños, a proferir insultos y gritos. El propio Figaredo se mantuvo en pie verbalizando -aunque con el micro apagado- su malestar por la decisión de la presidenta de la Cámara.
“Por favor, señores y señoras intentemos no dar este espectáculo que la gente no se lo merece, por favor, señores y señoras diputadas”, afirmó Armengol al tiempo que intentaba que el Pleno continuase y que el portavoz del PSOE en la materia, Artemi Rallo, iniciase su intervención.
No obstante, mientras Rallo intentaba iniciar su intervención, desde la bancada de Vox no cesaban los gritos entre los que se escuchaba que llamaban “traidor” al diputado del PSOE. “Esta mala educación no lleva a ningún sitio, por favor pido respeto a la Cámara y a la gente que nos está escuchando. Por favor, señores y señoras, los que están insultando, basta”, demandó insistentemente Armengol.
Pero el ambiente siguió tenso hasta el punto de que el debate en el Pleno quedó varios minutos interrumpidos hasta que se reanudó, finalmente, con hasta tres diputados de Vox llamados al “orden por primera vez” por Armengol: Figaredo, José María Sánchez y Manuel Mariscal.
La presidenta de la Cámara, que optó por mantener las formas, pidió en varios momentos a los “diputado de Vox” que paren porque “esto no es posible”. “Ser demócrata implica saber escuchar al que piensa diferente”, afirmó, y pidió que escuchen con el mismo “respeto” que se mantuvo en la intervención de Abascal “aunque muchos no compartan sus ideas”.
Antes de que Rallo reanudase su intervención, la presidenta instó a los parlamentarios, especialmente a los de Vox, a exhibir “el mismo respeto para todos y para todas, esto se merece la ciudadanía y no estos gritos e insultos, por favor”.
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