MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La presidenta electa de la Sociedad Española de Reumatología y jefa del Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario (CHU) de Pontevedra, la doctora Susana Romero, explica que las manifestaciones cutáneas son muy frecuentes en las enfermedades reumáticas inmunomedidadas, pero recuerda que estas “son muy variadas”.
Entre las manifestaciones más comunes se encuentran: “‘rash’ cutáneos no pruriginosos, lesiones urticariformes, lesiones fotosensibles (eritema en alas de mariposa), placas descamativas (psoriasis), nódulos subcutáneos (eritema nodoso o nódulos reumatoides), lesiones eritematosas puntiformes (petequias), pérdida de cabello (alopecia), picor en la piel (prurito), piel seca (xerosis), endurecimiento de la piel de los dedos (esclerodactilia), cambio de coloración de las manos con el frío (Raynaud), úlceras en cavidad oral o genitales (aftas), entre otras”.
Dentro de las patologías reumáticas, las enfermedades inmunomediadas (IMIDs) son, en su mayoría, enfermedades sistémicas que llevan asociadas manifestaciones cutáneas de forma muy frecuentes a lo largo de la evolución de la enfermedad, “pudiendo ser muy variadas y afectando sobre todo a las personas con artritis psoriásica, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia, dermatomiositis y vasculitis, entre otras”, explica la experta durante la celebración del Taller de Cuidado de la Piel, organizado por la Fundación Española de Reumatología (FER), con la colaboración de Clarins.
Además, recuerda que estas enfermedades “tienen mayor prevalencia en mujeres y la mayoría debutan en edad joven, entre los 25 y los 35 años, coincidiendo con un periodo vital en el que se plantean numerosos retos personales y profesionales”.
“Creemos que la mejor forma de llevar la enfermedad es siendo un paciente informado. Talleres como este nos ayudan a encontrar soluciones e incluso evitar problemas de piel. Uno de los disparadores del lupus es el sol del que tenemos que protegernos todos los días del año. Hoy nos han enseñado cómo mantener la piel en las mejores condiciones, aclarar la diferencia entre protección urbana y solar o la existencia de la “doble limpieza” por ejemplo”, explica Isabel Arceo, de AGAL (Asociación Gallega de Lupus).
Al igual que Isabel, las pacientes que han participado en el taller volverían a repetir sin dudarlo, ya que consideran que esta actividad repercute positivamente en su autocuidado y bienestar. Asimismo, coinciden en destacar el trato personalizado y cómo a través de la formación de Clarins han recibido trucos personalizados para cada una de ellas, atendiendo a las necesidades derivadas de su patología reumática, y puedan aplicarlos en su vida diaria.
“La calidad de vida va más allá del tratamiento farmacológico o de la remisión del dolor. Es muy importante que los pacientes puedan tener una vida personal plena y esto incluye el cuidado del aspecto físico, así como de las relaciones sociales y familiares”, declara la doctora.
- Te recomendamos -