ALMERÍA, 14 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha rebajado en dos años y ocho meses la pena de prisión impuesta a un hombre que padece un trastorno psicótico después de que intentara estrangular a una mujer que solo conocía de vista en los baños de un bar de un municipio de Almería.
En su sentencia de apelación, el tribunal apunta que el acusado, debido a su enfermedad mental, padecía en el día de los hechos una “importante disminución de sus facultades intelectivas y volitivas”, por lo que reduce su responsabilidad penal inicialmente fijada en seis años y cinco meses de prisión hasta los tres años y nueve meses.
Así, si bien revoca parcialmente el fallo emitido por la Audiencia de Almería, mantiene su condena por un delito de homicidio en grado de tentativa aunque con la eximente incompleta de anomalía psíquica, al tiempo que le impone un alejamiento de 13 años y nueve meses sobre la víctima.
El TSJA acuerda además que sea la Audiencia la que, en ejecución de sentencia, determine la posible imposición de medidas de seguridad adicionales para el acusado una vez recabe informes y analice su “peligrosidad derivada de la anomalía psíquica que padece” y la probabilidad de que cometa nuevos delitos.
El alto tribunal andaluz tiene en cuenta así para modificar el fallo original las circunstancias del acusado, diagnosticado con un trastorno psicótico que le ha hecho padecer, desde finales de 2018 un “episodio maníaco” con “síntomas psicóticos”, lo que unido al consumo de marihuana y la ingesta de fármacos, le llevó a ingresar en un centro hospitalario de forma involuntaria tras un episodio violento en el seno familiar.
En el caso enjuiciado, los hechos tuvieron lugar sobre las 21,00 horas del 4 de diciembre de 2022 cuando el acusado se hallaba en los aseos para mujeres de un bar a los que accedió la víctima. Fue entonces cuando el hombre, “con la intención de acabar con su vida, la agarró fuertemente del cuello” y la “terminó de introducir en el aseo de mujeres, cerrando la puerta”.
Una vez dentro, siguió apretando el cuello de la mujer a la que tiró al suelo. Esta, para defenderse, cogió un cristal del suelo y le realizó cortes en las manos sin conseguir que la soltara, toda vez que también le mordió en el brazo derecho. Fue su “firme oposición” y la presencia de otro cliente, y tocó a la puerta, lo que hizo que el acusado desistiera y huyera del local dejando allí a la víctima con múltiples heridas.
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