Usuarios lamentan que no se dé valor a su opinión en los medios
La primera opción es poner farmacología al fumador en lugar de ofrecerle alternativas
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 14 (EUROPA PRESS)
Médicos y usuarios de cigarrillos electrónicos y vapeadores han apostado por ir de la mano a la hora de presentar los argumentos sobre la reducción de daños por tabaquismo ante los legisladores, medios de comunicación y la sociedad en general.
Así se ha puesto de manifiesto durante una mesa redonda celebrada en el marco del Global Forum on Nicotine que está teniendo lugar estos días en Varsovia y que ha profundizado en la postura de médicos, defensores de los consumidores y reguladores para promover una comunicación basada en la ciencia y las alternativas de reducción de daños.
La iniciativa ha estado moderada por el presidente de Asovape Costa Rica, Jeffrey Zamora; y por la asesora científica de distintas organizaciones relacionadas con la Reducción de Daños por Tabaquismo, Carmen Escrig.
Además, ha contado con la participación del presidente de Asovape Perú, Jorge Palma; el cofundador de la Red Latinoamericana para la Reducción de Daños Asociados al Tabaquismo, Diego Verrastro; el cofundador de Pro-Vapeo México, Tomás O’Gorman; y el miembro de la Plataforma para la Reducción del Daño del Tabaquismo, iniciativa pionera en España destinada a erradicar el tabaquismo, Fernando Bueno.
Al respecto, Tomás O’Gorman entendió que hasta el momento no han podido ir de la mano porque “pareciera a veces que los medios quieren mantener los puntos de vista separados”.
NO LE DAN EL MISMO VALOR A LA OPINIÓN DE MÉDICOS Y USUARIOS
“Quizá –apuntó– porque a veces a la opinión de los usuarios no se le da el mismo valor que a la opinión de algún médico, y muchas veces sin tomar en cuenta el background del médico o el conocimiento que tenga del producto. Simplemente descansan en la autoridad del título para darle valor a su testimonio”.
De igual modo, opinó que en muchas ocasiones no existe una sinergia entre lo que la comunidad médica quiere decir y lo que quieren decir los usuarios.
Para O’Gorman, lo que el médico tiene que hacer es que si sabe que su paciente no va a dejar de fumar, “para qué insistirle en que deje de fumar por los medios tradicionales, es decir, por la abstinencia absoluta, cuando existiría una forma en la que dejaría de fumar y reduciría la enfermedad y la muerte que podía causarle el seguir fumando”.
“NO LES PERMITEN HABLAR BIEN DE LA REDUCCIÓN DE DAÑOS”
Aquí, Jorge Palma apuntó que no solamente es que los medios prefieran ver los temas como algo separado, sino que los médicos en general no tienen la posibilidad de hablar bien de la reducción de daños “porque no se lo permiten”.
“Suelen tratar de alejarse de nosotros (usuarios) que saben que vamos a defender lo que nosotros usamos, lo que nos ha salvado la vida”, aseveró.
Por ello, el presidente de Asovape Perú agregó que muchas veces el usuario no sabe explicar qué tiene, qué quiere lograr o qué le preocupa… “y el doctor tampoco es adivino”. “El doctor te va a analizar –dijo–, pero principalmente tiene que escuchar qué es lo que sientes y qué es lo que pasa”.
En este sentido, el cofundador de la Red Latinoamericana para la Reducción de Daños Asociados al Tabaquismo, el doctor Diego Verrastro, apuntó que los profesionales tienen que priorizar el conocimiento que en este tema tienen los usuarios.
“Porque los usuarios –continuó–, por mérito propio, han investigado y muchas veces saben mucho más que los colegas (en relación a sus compañeros médicos). En mi caso particular yo soy usuario y, además, soy médico. Entonces tengo ese background y esa capacidad de tener empatía por los usuarios”.
UNA “NUEVA ERA” DE ESTUDIOS
También aseguró que es posible que, en esta materia, venga una “nueva era” de muchos estudios de nicotina separados de la combustión”.
“Hasta ahora –prosiguió–, en la mayoría de los estudios que encuentras siempre fueron de nicotina a través del cigarrillo. Yo creo que tiene que haber toda una nueva evolución de repetir esos estudios con nicotina alejada de la combustión”.
Verrastro incidió en este punto que “el usuario es un paciente” y que el profesional no puede dejar de tener empatía con la enfermedad que tiene ese paciente.
“Muchas veces, en muchos temas médicos, los médicos estamos mirando a los pacientes desde un lugar elevado y eso hoy por hoy en la práctica médica no tiene que existir más porque en donde yo pierdo ese contacto con el paciente, pierdo chances de poder aportarle o de poder buscar en conjunto con el paciente una buena solución”, señaló.
A LOS PACIENTES SE LES PONE UNA ETIQUETA QUE CUESTA ELIMINAR
El miembro de la Plataforma para la Reducción del Daño del Tabaquismo, Fernando Bueno, observó que hay muchos pacientes a quienes se les pone una etiqueta que luego cuesta eliminar, algo que no sólo ocurre con el fumador, sino también con el bebedor, el obeso, el depresivo, etc.
Por ello, en su condición de médico y usuario, ha abogado por hacer autocrítica desde el punto de vista profesional porque no a todos los médicos le interesa el tabaco. “De hecho –puntualizó– creo que el tabaco nos interesa a una proporción muy baja de médicos. El resto se sabe en las cuatro cosas”.
Explicó que “no estaría mal” dar una información al usuario en pocos inputs de datos que la ciencia tiene ya sobre el cigarrillo electrónico. “Pero en pequeños highlights, nada más”, dijo.
Bueno afirmó que cuando un paciente fumador llega a la consulta y dice que quiere dejar de fumar, la primera opción es ponerle farmacología, “que no funciona en el 45/50% de los casos”, y si no le funciona “ahí se ha quedado”, por lo que abogó por poder decirle “¿usted quiere abandonar el tabaco? Perfecto. Hay otra opción disponible, no sólo es la terapia de constitución de nicotina o la farmacología”.
Lamentó que la “animadversión” se manifiesta con el tabaco se traslada a cigarrillos electrónicos o vapeadores “simplemente por similitud”.
YA SE HA DEMOSTRADO LA EFICACIA DE LA REDUCCIÓN DEL DAÑO
Del mismo modo, ha remarcado que la ciencia “ya ha demostrado la eficacia de la reducción del daño”. En concreto, más de 5.000 publicaciones y estudios científicos avalan que los nuevos productos son menos dañinos y que pueden ayudar de una manera organizada y regulada a reducir el tabaquismo.
“Por eso, países como Suecia o Reino Unido han comenzado a emplear alternativas menos dañinas basadas en la reducción del daño con excelentes resultados. En Reino Unido las cifras de tabaquismo se han reducido en cinco puntos en solo tres años pasando del 17 al 12% y en Suecia la tasa de fumadores ha pasado del 15% en 2008 al 5,6% actual”, ha señalado.
ALTERNATIVAS AL TABACO
Entre las alternativas al tabaco se encuentro los dispositivos para tabaco calentado, que calientan el tabaco a temperaturas suficientes para liberar la nicotina y los sabores del tabaco, pero lo suficientemente bajas como para evitar que el tabaco se queme, lo cual libera un aerosol distinto al humo del cigarrillo.
También están los cigarrillos electrónicos, conocidos comúnmente como vapeadores o vapers, que calientan una solución líquida que suele contener nicotina agregada y sabores para producir el vapor diferente al humo del cigarrillo.
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