MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
BBVA alertó este lunes de que “una persona que gana exactamente lo mismo que hace cuatro años hoy en día puede comprar alrededor de un tercio menos de energía o de alimentos de lo que adquiría en 2020”.
Así se extrae de un artículo de BBVA publicado por la Universidad de Deusto, donde la entidad indicó que “las familias que destinan un peso mayor de su gasto a estos bienes” han experimentado una “pérdida de bienestar significativa”.
BBVA afirmó que “desde inicios de 2020 la pérdida de poder adquisitivo ha sido de casi un 20%. Además, en un entorno de recuperación “es poco probable que veamos caídas en los precios”, con lo que defendió que “los salarios deberían de comenzar a aumentar de manera consistente por encima de la inflación”.
La entidad aseguró que “hay factores que mantendrán los precios elevados” y señaló que “el coste del barril de petróleo continúa por encima de los 85 dólares por barril y la tensión geopolítica puede llevar a escenarios en los que se incremente aún más”. Así, “la tendencia hacia delante es al alza, dado el mercado manejado por un cártel y el crecimiento que se espera de la demanda mundial”.
Además, “el aumento en el coste de la mano de obra pone un suelo hasta dónde pueden bajar los precios de los alimentos”. En ese sentido, recalcó que el aumento en el coste de la mano de obra asociado al incremento del Salario Mínimo Interprofesional “ha hecho que los precios de los alimentos se incrementen de manera considerable”.
Por otro lado, destacó que “la falta de mano de obra cualificada es una restricción importante en la industria y, en ausencia de inversión que acelere la automatización de los procesos, puede suponer un obstáculo para que el sector continúe su mejora constante de competitividad”.
EVOLUCIÓN DE LA VIVIENDA
En cuanto a los servicios, “la fortaleza que muestra el turismo, junto con una política monetaria menos restrictiva por parte del Banco Central Europeo durante los próximos meses harán que los precios en el sector del alojamiento y la hostelería en general continúen aumentando”. También reflejó que “será clave la evolución que pueda tener el mercado de la vivienda”, ya que “sin un crecimiento de la oferta, con un precio asequible, los trabajadores dejarán de venir a España” con consecuencias “en términos de crecimiento y ganancias de competitividad”.
En última instancia, BBVA expresó que “si las restricciones actuales que limitan el crecimiento en Europa se mantienen y terminan trasladándose a la demanda, el gasto sufrirá y podríamos volver a inflaciones más bajas”. Sin embargo, “si la recuperación se consolida España podría volver a tasas de inflación más elevadas que las de la eurozona, sobre todo en la medida en que el crecimiento hacia delante se base más en la demanda por servicios”.
“La incertidumbre geopolítica y su impacto sobre la inflación seguirá siendo motivo de preocupación, mientras que el optimismo vendrá de la mejora en la competitividad que pueda traer la inversión en energía renovable y el atractivo de España como destino de inmigración”, concluyó.
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