En una carta dirigida al conselleiro de Sanidade, el Ministerio ratifica que los residentes pueden ser movidos a otros centros de salud
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 (EUROPA PRESS)
El Ministerio de Sanidad avala que los médicos internos residentes (MIR) en 4º año de formación participen “activamente en todas las actividades” del centro de salud y que se hagan cargo “de forma autónoma y completa” de una consulta “sin la presencia de tutor”, pero sí con supervisión que puede venir de “otros médicos de familia” del propio centro.
Así lo confirma la directora general de Ordenación Profesional del Ministerio, Celia Gómez González, a través de una carta que ha dirigido en la tarde de este martes al conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, y a la que ha tenido acceso Europa Press.
En esta misiva, la directora general detalla los límites del marco legal para que los residentes puedan cubrir vacantes propias del verano –tal y como propuso la Xunta de forma voluntaria y remunerada, ante el déficit de médicos– después de que varias autonomías, entre ellas Galicia, lo requiriesen durante el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) del pasado 5 de junio.
En el escrito, la responsable de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad cita normativa estatal para ratificar que, durante la formación de especialistas, debe haber una “participación personal y progresiva” hasta alcanzar “el grado de responsabilidad inherente al ejercicio autónomo de la profesión”.
Eso sí, esto debe hacerse con “supervisión”, tal y como insiste la directora general. Esto fue uno de los motivos de discrepancia en el CISNS y la Xunta, según dijo el lunes su presidente, Alfonso Rueda, “acata” que este trabajo deba ser supervisado, pero lamenta esta decisión.
SUPERVISIÓN POR “OTRO MÉDICO”
En cualquier caso, aquí caben diversos matices que explica la propia responsable del Ministerio en su carta al conselleiro, ya que la supervisión “tiene un alcance más allá del propio tutor” del programa MIR y no es “exclusiva de este”. De hecho, no tiene por qué estar en la consulta ni en el centro de salud.
Así, en el caso concreto de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, Celia Gómez González avala que los MIR de último año pueden pasar consulta de forma autónoma “sin la presencia del tutor”.
Por tanto, existe la posibilidad de que el residente también pueda recurrir, “en caso de duda o ante situaciones complejas”, a otros médicos de familia del mismo centro de salud.
Es más, “se recomienda” que esta actividad asistencial de manera independiente “se realice de forma progresiva de tal manera que al finalizar el cuarto año abarque un período no inferior a dos meses”.
ROTACIONES EXTERNAS
También se refiere la directora general a la posibilidad de que los MIR puedan ejercer en otros centros de salud que no están acreditados para la formación de especialistas, lo que se conoce como “rotaciones externas”. En estos casos, son las autoridades autonómicas las que autorizan a qué centros pueden acudir.
Aun así, la autorización de estas rotaciones deben cumplir unos requisitos, como que deben ser “propuestas por el tutor” y deben contar con el visto bueno de la comisión de docencia”. También se debe realizar “preferentemente en centros acreditados para la docencia”, aunque “no es imprescindible”.
RETRIBUCIONES DE ACUERDO A LA “NEGOCIACIÓN”
El escrito que la directora general remite al conselleiro también habla de retribuciones y confirma que son las comunidades autónomas “las competentes para establecer complementos salariales” para los residentes, “con los criterios que así se acuerden en los órganos de negociación correspondientes”.
Precisamente, la CIG se había quejado de que no se habían negociado las condiciones que las áreas sanitarias deben ofrecer a los residentes, de acuerdo con una encomienda que remitió el propio Sergas.
Según este documento, se pagará a los MIR un total de 2.037 euros al mes por una consulta ordinaria en el centro de salud. A esto se sumarían 216,92 euros por prolongación de jornada y, en caso de guardias, cobrarán 41,93 euros más que un MIR por siete horas; 101,83 euros en el caso de la guardia de 17 horas y 143,76 euros en la guardia de 24 horas.
Asimismo, la encomienda incluye también incentivos para los residentes, como un compromiso escrito de vinculación estable que se haría efectivo tras la obtención de la especialidad.
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