VALLADOLID, 11 (EUROPA PRESS)
El jurado popular delibera ya desde esta tarde sobre la suerte de Pablo Antonio S.H. (‘Chiqui’), el vecino de Santovenia de Pisuerga que desde el viernes de la pasada semana ocupa el banquillo de la Audiencia de Valladolid para responder de un rosario de graves delitos, entre ellos los presuntos asesinatos de su convecino Dionisio A.P. (‘Dioni’) y del teniente coronel de la Guardia Civil Pedro Alfonso Casado (‘Perico’).
Tras los informes de las siete partes personadas en la causa presentados durante este lunes, en una maratoniana jornada que se abría a las 09.30 horas y concluía cerca de las 21.00 horas, el objeto del veredicto ha sido entregado esta tarde al jurado una vez que la treintena de preguntas que lo componen ha sido finalmente acordada, tras no poco esfuerzo y debate, entre el magistrado presidente del tribunal, las acusaciones y la defensa de ‘Chiqui’, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Las previsiones iniciales apuntan que el jurado podría emitir su veredicto este miércoles por la tarde o ya el jueves, con lo que el juicio quedaría visto para sentencia y a la espera de que el magistrado juez que ha presidido el proceso emita la correspondiente sentencia condenatoria.
El acusado se enfrenta a condenas que oscilan entre 60 años de cárcel, que es la solicitada por la fiscal del caso, y los 84 formulados por la viuda e hijas del agente caído en acto de servicio al considerarle autos de dos asesinatos, en el caso del guardia civil en concurso ideal con atentado; tentativa de asesinato, amenazas secuestro y tenencia ilícita de armas.
La fiscal, que inicialmente solicitaba 58 años, ha elevado a 60 la solicitud y a ella se ha adherido un hermano del teniente coronel y jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI), el leonés Pedro Alfonso Casado (‘Perico’), quien recibió un tiro en la cabeza aquella madrugada sangrienta cuando trataba de convencer al acusado para que se entregara tras matar a su vecino.
Por su parte, la viuda y dos hijas del agente y la Asociación Víctimas, personada esta última como acción popular, piden 84 y 83 años, respectivamente, mientras que el letrado de Dionisio A.P, el vecino fallecido, ha elevado la petición a 75 años, y el representante del joven Iván V, la persona que, presuntamente, permaneció secuestrada por el acusado, se mantiene en sus ocho años de prisión.
En el lado contrario, la defensa de ‘Chiqui’ sitúa la condena para su patrocinado en doce años y medio de prisión, ya que para él ambas muertes son dos homicidios, el de ‘Dioni’, doloso, y el del agente, imprudente en concurso ideal con un delito de atentado, pero en ambos casos con las atenuantes de drogadicción y el haber obrado por un arrebato u obcecación. Como alternativa, plantea que el óbito del agente puede constituir un delito de homicidio doloso en concurso ideal con atentado.
El juicio trata de dilucidar la responsabilidad penal de ‘Chiqui’ en los hechos registrados durante la madrugada del 1 de julio de 2022 cuando, tras una refriega en la calle entre las familias del ocupante del banquillo y de ‘Dioni’, este último se presentó horas después en el piso bajo donde residían la exesposa y la hija del autor del doble crimen y comenzó a aporrear violentamente la puerta para pedir explicaciones.
‘Dioni’ quedaría allí muerto de un tiro en el estómago, después de que su hasta entonces “amigo” de la infancia abriera la puerta y, sin mediar palabra, abriera fuego con su viejo Mauser, y ello ante la sorpresa no sólo de la víctima sino también de su hijo mayor, Aitor, de quien las acusaciones sostienen que salvó la vida milagrosamente al salir corriendo y ponerse bajo la protección de una patrulla de la Guardia Civil que se hallaba en las inmediaciones.
La espiral de violencia se prolongó aquella madrugada ya que, como así sostienen también los acusadores, ‘Chiqui’ se atrincheró en el piso junto con el entonces novio de su hijastra al que, presuntamente, mantuvo secuestrado durante horas hasta que liberó una vez que le fue entregada la dosis de metadona que había exigido como condición.
La Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil, con base en Valdemoro (Madrid), fue movilizada aquella madrugada para que interviniera en Santovenia y negociara la entrega del atrincherado, quien en un momento dado efectuó un tiro a la puerta del piso y su trayectoria, a lo largo de unos siete metros, alcanzó en la cabeza al jefe de la UEI, el teniente coronel Pedro Alfonso Casado, quien se debatió días entre la vida y la muerte en el hospital hasta que finalmente no pudo superar las graves lesiones sufridas.
En ese relato de hechos, la defensa sostiene, entre otros argumentos, que ni el secuestro fue tal, ya que entiende que Iván permaneció en la vivienda por propia voluntad–el letrado ha anunciado que se reserva acciones contra él por falso testimonio–y también rechaza que su cliente hubiera tratado de asesinar al hijo del ‘Dioni’, cuestiones ambas de vital importancia, entre otras muchas, que tendrá que despejar el jurado en su veredicto.
- Te recomendamos -