MADRID, 05 (SERVIMEDIA)
El estudio ‘Screen Time Use and Ultra-Processed Food Consumption in Adolescents: A Focus Group Qualitative Study’, de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), concluye que “comer delante de las pantallas puede llevar al consumo compulsivo de alimentos ultraporcesados.
El objetivo de esta investigación “ha sido explorar las motivaciones y percepciones de los adolescentes sobre el consumo de alimentos ultraprocesados delante de las pantallas, por lo que se han recogido las opiniones de treinta adolescentes de entre doce y dieciséis años de un instituto de Vilanova i la Geltrú, que participaron en cuatro discusiones de grupo”.
Entre los factores que influyen en el consumo de los alimentos ultraprocesados, la UOC destacó la soledad y los encuentros con los amigos, su alta disponibilidad y el sabor agradable, además de los precios bajos que suelen tener estos productos y la actitud de los padres con respecto a este tipo de alimentos.
La investigadora del FoodLab de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y la médica de familia en el Instituto Catalán de la Salud, Mónica Rodríguez-Barniol, señaló que “el consumo de ultraprocesados por parte de los adolescentes es muy elevado, y desde la perspectiva de salud pública es preocupante porque estos productos tienen efectos nocivos para la salud”.
En la misma línea, la investigadora de FoodLab Anna Bach señaló que “las pantallas pueden estar privando de los efectos beneficiosos de la comida en compañía, o de la convivencia familiar, asociada a la dieta mediterránea, además de facilitar que no lleguen las señales de saciedad”.
Para solucionarlo, Rodríguez-Barniol terminó con una recomendación a los padres: “Pasad tanto tiempo como os sea posible con vuestros hijos. Sentaos a la mesa a comer con ellos al menos una vez al día. Compartid experiencias y preocupaciones. Cocinad juntos y minimizad la compra de productos ultraprocesados. Además, restringid el tiempo de uso de pantallas y controlad las aplicaciones que utilizan”.
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