MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
Las acciones de Iberdrola rozan los máximos históricos de 12,505 euros alcanzados en enero de 2021, gracias a que mantienen en una tendencia alcista desde hace aproximadamente un mes, cuando superó los 12 euros. De esta manera, la capitalización bursátil de la eléctrica ronda los 80.000 millones de euros.
Uno de los factores que ha impulsado estos últimos días los títulos de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán es el informe de la agencia de calificación Fitch publicado esta misma semana, que mantuvo su rating en ‘BBB+’, con perspectiva estable.
Para Fitch, el perfil de riesgo empresarial de Iberdrola sigue siendo “resiliente, mostrando una fuerte visibilidad de los ingresos y una buena diversificación en mercados de alta calidad, con un fuerte enfoque en el crecimiento de la red y la transición energética”.
Por ello, considera que está “bien posicionada para seguir beneficiándose de las oportunidades que surgen de la transición energética”, así como que tiene una sólida distribución geográfica y un sólido desempeño operativo.
También fue bien recibida por los mercados la presentación de su hoja de ruta para 2024-2026 en el Capital Markets Day celebrado el pasado 21 de marzo. Desde entonces, más de 30 firmas han revisado sus previsiones y el 95% recomienda comprar o mantener.
Además, Iberdrola presentó unos resultados por encima de lo esperado en el primer trimestre gracias, entre otros factores, a las plusvalías obtenidas de la venta de parte del negocio en México.
Los inversores están valorando además su política de remuneración. El dividendo de este ejercicio -con cargo a 2023-, se sitúa en 0,55 euros por acción, un 10,8% por encima del importe repartido en el ejercicio previo.
El próximo julio la compañía abonará, al menos, 0,348 euros por título, que se sumarán a los 0,22 euros que entregó en enero.
Los buenos resultados de Iberdrola permitirán que destine 11.000 millones a dividendos entre 2024 y 2026, con un crecimiento en línea con el del beneficio neto. Así, la previsión es que el dividendo se sitúe entre 0,61 y 0,66 euros por acción en 2026, con un suelo en 0,55 euros (igual que el dividendo con cargo al año pasado).
La parte alta de ese rango supondría una rentabilidad por dividendo en el entorno del 5,4%, muy por encima del 3,2% que ofrece actualmente el bono español a 10 años.
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