Las marcas han alertado de que las sustancias químicas que contienen estos airbags pueden deteriorarse con el tiempo
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La organización Facua-Consumidores en Acción ha informado este jueves de que los afectados por el fallo de seguridad de los airbag del fabricante Takata en los Citroën C3 y DS 3 fabricados entre 2009 y 2019 pueden reclamar daños y perjuicios independientemente de que sus vehículos estén o no en garantía, ha explicado en un comunicado.
En mayo, las marcas francesas llamaron a revisión a más de 66.000 automóviles de estos dos modelos en España. La asociación afirma que ha tenido conocimiento a través de varios socios que el grupo Stellantis España está enviando cartas a los clientes que compraron estos coches en este periodo, donde se les pide que dejen inmediatamente de conducir sus vehículos debido a un fallo de seguridad en estos dispositivos de seguridad pasiva.
Según explica la propia empresa, las sustancias químicas que contienen estos airbags “pueden deteriorarse con el tiempo, exponiendo al conductor y al pasajero a un riesgo de rotura del inflador del airbag con demasiada fuerza en caso de choque, capaz de causar lesiones graves o la muerte”.
Por ello, la marca insta a los estos conductores a acceder a través de la página web al servicio postventa de Citroën y facilitar una serie de datos que tratar de resolver el problema lo antes posible. Como alternativa también pueden ponerse en contacto con su concesionario autorizado de Citroën y DS Automobiles.
No obstante, Facua explica a los afectados por este fallo de seguridad que, independientemente de que su coche esté o no en garantía y que la empresa se haga cargo de la reparación del airbag sin coste alguno, pueden reclamar a la empresa indemnizaciones por posibles daños y perjuicios.
La organización detalla que en el artículo 1101 del Código Civil expone que “quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquéllas”.
Por lo tanto, señala que la reparación del vehículo no es incompatible con los daños y perjuicios que este incumplimiento de contrato pudiera haberle causado a los afectados.
Entre los daños que se podrían reclamar están los billetes o abonos para en transporte público que se haya tenido que coger ante la imposibilidad de usar el vehículo propio. También los tickets del taxi o la factura del coche de alquiler que haya sido necesario utilizar mientras la compañía arregla el defecto de seguridad del airbag.
Facua anima a estos conductores a que acudan con la organización para que estudie su caso particular y valore la realización de acciones en defensa de sus derechos.
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