VALLADOLID, 6 (EUROPA PRESS)
El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha explicado la declaración de “emergencia cinegética” en 358 municipios de las provincias de Ávila, León, Palencia, Salamanca y Segovia debido a la “sobreabundancia” de especies como el jabalí, el ciervo o el gamo, que “actúan como reservorios de tuberculosis bovina”.
“En esos municipios, en esos territorios, se establece una serie de medidas, se da una mayor agilidad administrativa a las autorizaciones de controles poblados”, ha explicado Suárez-Quiñones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno donde ha comparecido junto al portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, y ha explicado esta orden publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).
Según Suárez-Quiñones, esta declaración de emergencia se da “una mayor agilidad” administrativa a las autorizaciones de controles poblados que pasan a ser un régimen de comunicación, con algunas limitaciones en algunas áreas protegidas. Asimismo, también se habilita la intervención de un mayor número de cazadores y de perros en las cacerías colectivas y se posibilita “la caza de cerdos híbridos, que también producen este tipo de enfermedades”.
El consejero ha señalado que la medida “obliga a los titulares cinegéticos a dar cuenta a la Administración de forma quinquenal del número de cacerías y de jabalís cazados” para que la Junta pueda “valorar si efectivamente se baja la densidad y, si no, poder adoptar otras medidas más intensas al amparo de la propia Ley de Caza”.
Respecto al Plan de Gestión del Jabalí, Suárez-Quiñones ha explicado que “faculta que la caza se pueda llevar a cabo en todas las modalidades” y que “se considera que toda la superficie del coto es hábitat del jabalí a la hora de calcular las cacerías”, con lo que se elimina así “se elimina una superficie mínima para realizar una montería”.
Finalmente, el consejero ha señalado que estas medidas pretenden “incrementar la gestión energética a través de la caza para bajar esa población del jabalí que tanto perjudica, no sólo a cultivos, a ganadería, sino también el peligro sanitario que conlleva de transmisión de enfermedades al ganado del que tiene tanta importancia Castilla y León”.
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